Pogacar se alista a la París-Roubaix

Semanas atrás, en febrero, Tadej Pogacar repasó el trazado de la París-Roubaix junto a Tim Wellens. Atravesó el esloveno volador el bosque de Arenberg con la determinación de los hambrientos. La que le impulsa en cada carrera. No sabe Pogacar competir de otra manera. A todo o nada. Desde que se adentrara en el ensayo del Infierno del Norte comenzó a especularse sobre la posibilidad real de que se alistara a un Monumento que se escribe en piedra. De hecho, el ganador es obsequiado con un adoquín.

El pavés redacta la historia del ciclismo y Pogacar no es ajeno a ello. Coleccionista de victorias, tres veces ganador del Tour, campeón del Mundo en curso y poseedor de siete Monumentos (cuatro Lombadias, dos Liejas y un Tour de Flandes) el esloveno desea la corona de piedra de la París-Roubaix. Pogacar corre contra la historia.

Tras el fastuoso duelo con Van der Poel en la Milán-San Remo que resolvió el neerlandés tras una carrera memorable, Pogacar quiere medirse de nuevo a Van der Poel en su territorio. El nieto de Poulidor, una bestia sobre el pavés, venció la dos últimas ediciones de la carrera.

Eso no asusta al esloveno, que ha alterado su programa de competición (elimina la E 3 Saxo Classic y la Gante-Wevelgem) para ir a por la París-Roubaix. El UAE, su equipo, ha anunciado el desembarco de Pogacar en el Infierno del Norte a través de un escueto comunicado.

Anuncio del equipo

“Inicialmente estaba planeado que Tadej Pogacar participase en la E3 Saxo Classic y en la Gante-Wevelgem. Sin embargo, tras debatirlo con el equipo, hemos decidido ajustar su calendario enfocándolo en el Tour de Flandes y la París-Roubaix para que intente llegar en su pico de forma en ambas carreras”.

Después de competir en el Tour de Flandes, que servirá de termómetro para Pogacar el 6 de abril, el esloveno debutará en la clásica de las clásicas. Dispuesto el esloveno a que arda el Infierno del Norte y no dejar piedra sobre piedra en la París-Roubaix.