Sobre un ring de boxeo, en el ensogado, Tadej Pogacar y Mathieu van der Poel no podrían combatir. Les separan alrededor de 10 kilos, si bien nadie entre el gran público conoce con exactitud el peso de ambos, un dato que los equipos guardan con celo para realizar sus propios cálculos. El ciclismo tiene mucho de convertir la matemática y la ecuación del peso potencia en la clave de bóveda del rendimiento.
El esloveno podría entrar en la categoría de superligero con sus 66 kilogramos, según los datos que aporta Pro Cycling Stats. El neerlandés está varios peldaños por encima. La báscula, según la misma tabla, le concede 75 kilogramos.
Se situaría como una peso medio. La fisionomía de Pogacar responde al esquema, el armazón y la arquitectura propia de los vueltómanos, mientras que el andamiaje, la configuración y el diseño de Van der Poel definen la propia de los clasicómanos.
Distintos, pero parecidos
Aunque alejados en lo físico, ambos confluyen al compartir una mentalidad ganadora. Ambiciosos al extremo, comparten el hambre por hacer historia. En esa competición, Pogacar y Van der Poel, dos luminarias del ciclismo, se miden en el tablero de los Monumentos. Han acordado retarse y batirse en duelo en las grandes clásicas, esas que tallan el frontispicio de la gloria.
Su pulso, su carrera, se refleja en todo su esplendor en el palmarés de los Monumentos. Están igualados a seis triunfos. Además de ese querencia por las grandes clásicas, ambos comparten el modo de encararlas.
Los dos han completo exhibiciones portentosas en distintos escenarios que conceden, si cabe, mayor realce a sus imponentes logros. Les entusiasma saludar las victorias en solitario. Sin nadie alrededor que les haga sombra.
Il Lombardia, Lieja y Flandes
Pogacar sumó el domingo su segunda victoria en la Lieja-Bastoña-Lieja. Van der Poel fue tercero. La primera victoria del esloveno databa de 2021. Con su nuevo laurel en el Monumento belga, Pogacar acumula el sexto éxito en su vitrina.
Conquistó el Tour de Flandes el pasado curso, cuando sentó a Van der Poel, su máximo rival entre los adoquines, y almacenó su tercera victoria en Il Lombardia de manera consecutiva.
Tadej Pogacar
- Sus datos. El esloveno, de 25 años, pesa 66 kilos y mide 1,75 metros. Responde a la fisionomía del vueltómano. En su palmarés profesional luce 70 victorias, entre ellas dos ediciones del Tour (2020 y 2021). Su próximo reto es conquistar el Giro y la carrera francesa
- Seis Monumentos. Pogacar ha acumulado media docena de grandes clásicas. Tres ediciones de Il Lombardia (2021, 2022, 2023), dos Liejas (2021 y 2024) y el Tour de Flandes (2023).
La Clásica de las hojas muertas en un vergel para el esloveno, vencedor en 2021, 2022 y 2023. Este curso cerró el podio de la Milán-San Remo, una clásica que merodea cada vez desde más cerca. Parece un logro a su alcance.
Pogacar, el mejor ciclista del mundo, capaz de coronarse dos ocasiones en el Tour (2020 y 2021) y ser el mejor en el Tour de Flandes, un Monumento que exige ser un especialista formidable, apunta sin disimulo a cerrar el círculo de los cinco Monumentos.
Le restan La Classicissima y la París-Roubaix. Debido a sus características físicas, el Infierno del Norte probablemente sea la prueba más compleja para él, pero atendiendo a su talento y su enorme capacidad, tampoco parece una quimera para Pogacar.
Con apenas 25 años, en pleno proceso de maduración, se intuye que el esloveno dispondrá de varias oportunidades para acometer el reto. Ahora le espera el Giro y después el Tour. Il Lombardia, el Monumento de cierre de campaña, la carrera que ha dominado de punta a punta en los últimos cursos, puede disparar a Pogacar.
Mathieu van der poel
- Sus datos. El neerlandés, de 29 años, pesa 75 kilos y mide 1,84 metros. Responde a la fisionomía de un clasicómano. En su palmarés suma 49 victorias, entre ellas el Mundial de 2023 además de 6 Mundiales de ciclocross
- Seis Monumentos. Van der Poel ha acumulado media docena de grandes clásicas en sus vitrinas. Tres ediciones del Tour de Flandes (2020, 2022, 2024), dos París-Roubaix (2023 y 2024) y La Milán-San Remo (2023).
Milán-San Remo, Flandes y Roubaix
Lejos de las grandes vueltas, el dominio de Van der Poel responde al de los clasicómanos puros. El neerlandés, campeón del Mundo, también cuenta con seis Monumentos en su estantería de laureles.
Su fortaleza se concentra, sobre todo, en las clásicas de los adoquines. Sin la polivalencia de Pogacar, el rey del ciclismo, es un especialista puro. El Tour de Flandes es su prueba fetiche. Campeón en 2020, 2022 y 2024.
Nadie como Van der Poel en esta era dispone de semejante simbiosis con las piedras. El pavés es su universo. Después de celebrar el laurel en el Tour de Flandes, el neerlandés se hizo con su segundo pedrusco, el adoquín que premia al vencedor de la París-Roubaix. Ganador de las dos últimas ediciones.
La Milán-San Remo cuelga de su palmarés desde 2023. Lo que posee Van der Poel lo desea Pogacar y lo que luce el esloveno lo anhela el neerlandés. Mientras tanto, se retroalimentan en una carrera descomunal. Un duelo monumental.