Polideportivo

Pogacar y Vingegaard se vigilan a miles de kilómetros

El esloveno, coronado en el UAE Tour, y el danés, entronizado en el Algarve, inician victoriosos el duelo en la distancia que les conducirá a la ‘Grande Boucle’
Tadej Pogacar dominó el UAE Tour.
Tadej Pogacar dominó el UAE Tour. / UAE Tour

Actualizado hace 9 minutos

En el desierto de Emiratos Árabes Unidos, Tadej Pogacar es feliz. Festeja el esloveno una victoria arrolladora con ese deje travieso y risueño que le acompaña. Su tercer laurel de la carrera. En el Algarve portugués, Jonas Vingegaard celebra el vuelco en la crono final. De estreno en la ronda lusa, condecora la vitrina el danés. Su dicha es más recogida, pero el bienestar le envuelve igualmente.

Es la respuesta de Vingegaard al mensaje lanzado por Pogacar horas antes. Más de 6.000 kilómetros separan al esloveno, campeón de tres Tours (2020, 2021 y 2024), y al danés, bicampeón de la carrera francesa (2022 y 2023). Incluso a esa distancia corren en paralelo. Desde que coincidieran en el salón noble del Tour, cada uno a su modo, disputan un esprint hacia el frontispicio de la Grande Boucle.

Aunque el esloveno aventaja al danés, el respeto impera entre ambos, que se prefieren separarse en el calendario. El juego psicológico y el tablero de ajedrez está en cada decisión que toman, en cada movimiento. Marcaje estrecho. Competencia extrema. Enemigos íntimos a pesar de la distancia.

Citados para el Dauphiné

Pogacar, que se centrará en la campaña de clásicas, y Vingegaard, que apostará por la París-Niza y la Volta a Catalunya en ese tramo del curso, solo coincidirán en el Dauphiné, el escenario que sirve como ensayo general de la carrera más grande del mundo. Ese será el único test válido antes de acceder al hexágono para retarse una vez más y disputarse el cetro mundial de las grandes carreras.

En la pasada edición del Tour, Pogacar fue un tirano capaz de acumular seis victorias de etapa para decorar la estantería de sus hazañas con una facilidad que a todos sorprendió. Quebró hasta el sentido común. Esa superioridad inasumible la padeció Vingegaard, que llegó a la salida, en Florencia, con el estado de forma justo después de reponerse de la grave caída que padeció en la Itzulia y que limitó su potencial en el Tour.

Se esforzó al máximo el danés, pero se quedó muy lejos de Pogacar, varios peldaños por encima. Pogacar arrugó y empequeñeció a Vingegaard. Hubo algo de venganza el año después de aquel “I’m gone. I’m dead” que acertó a decir Pogacar en el Col de la Loze antes de claudicar. El esloveno quiso socavar la moral de su gran rival.

Vingegaard, durante la crono.

Vingegaard, durante la crono. Volta ao Algarve

Exhibición y remontada

Con el inicio de la campaña, afilados ambos, sin tiempo de espera, han entendido que no deben mostrar debilidad alguna y tienen como exigencia la victoria porque cada una de sus actuaciones se escrutan en el péndulo que oscila entre el éxito y el fracaso. Si bien se trata de visión dicotómica y probablemente falsa, porque restringir sus actuaciones a todo o nada no tiene demasiado sentido, Pogacar y Vingegaard se examinan desde ese prisma de blanco o negro.

En la carrera saudí, Pogacar se exhibió de punta a punta. Completó una gran crono, solo superado por grandes especialistas, y en las dos jornadas de montaña demostró su prevalecía con dos victorias sin mácula. El camino de Vingegaard para alcanzar la victoria en el Algarve fue más disruptivo. En la primera llegada en alto, el que se supone hábitat ideal para el ligero danés, fue superado, entre otros, por Joao Almeida, que será uno de los gregarios de Pogacar en el Tour.

Esa condición mostrada por Vingegaard se interpretó como el apunte de cierta debilidad. El danés se rehizo en la crono de cierre con llegada en el Alto de Malhao remontando no solo a Almeida, que se maneja de forma notable en las cronos, sino también sometiendo a Christen, que partía de líder. El joven suizo es otra de las piedras preciosas del UAE.

Mejoras en las bicis

Además de las victorias de ambos, que sugieren un primer empate, las dos pruebas deslizaron matices técnicos en el material empleado para mejorar sus prestaciones. Pogacar estrenó el rediseño de su bici, más aerodinámica y veloz, con la que se supone que ahorra vatios, y una nueva postura en la bicicleta de crono.

El esloveno se estira más ahora. Su silueta está más planchada sobre la bici. Eso le concede un mejor coeficiente de penetración al aire. A menor fricción contra el viento, más se corre. Eso es lo que se desliza de las pruebas realizadas en el túnel de viento.

Por su parte, Vingegaard también ha introducido cambios en la bici de crono, con el uso de un sillín recortadísimo que aligera la bici. En ese camino por la excelencia, ha decidido recortar las bielas para extraer más eficacia en cada pedalada.

El casco es otro elemento de mejora en cuanto a la pantalla. Ambos acumulan todos los extras necesarios como parte del andamiaje que soporta a dos extraordinarios depredadores que miran fijamente al Tour, la presa más codiciada, la más deseada. Su pasión.

La Itzulia recorta la crono inicial y el Tour de 2026 comenzará en Barcelona con una crono por equipos

La Itzulia se ha visto en la obligación de modificar el recorrido de la crono inicial que debe disputarse el 7 de abril en Vitoria-Gasteiz por motivos logísticos, según explicó la organización de la prueba mediante una nota de prensa. “La nueva alternativa supone recortar la distancia en 2,2 km teniendo un total de 16,5 km. El cambio llega en el kilómetro 13, donde en vez de seguir recto hacia Arkaute y volver al Buesa Arena rodeando el Parque de Salburua, se toma una salida hacia la derecha dirección Zurbano y se vuelve por ahí hacia la meta situada a en el aparcamiento del Buesa Arena, frente a la antigua cúpula”, exponen los organizadores de la prueba del calendario del WorldTour. 

Por otra parte, el Tour de Francia expuso el recorrido de las dos primeras etapas de la carrera francesa para 2026, que partirá desde Barcelona. La primera jornada será una crono por equipos de 19,7 kilómetros con final en Montjuïc. La segunda etapa saldrá desde Tarragona para concluir en la ciudad condal tras un recorrido de 178 kilómetros y 2.500 metros de desnivel. La tercera etapa arrancará de Granollers hacia Francia.

2025-02-26T00:18:15+01:00
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