Polémica en el Ejército brasileño después de hacerse público que las Fuerzas Armadas compraron 35.000 comprimidos de Viagra y 60 prótesis de pene, estos últimos productos por un valor de 3,5 millones de reales (unos 744.680 dólares).
Ambas compras fueron descubiertas por el legislador del opositor Partido Socialista Brasileño (PSB) Elías Vaz en una revisión de documentos oficiales sobre el manejo de los presupuestos militares.
"Después de denunciar que el Gobierno (del presidente Jair) Bolsonaro aprobó la compra de 35.000 cápsulas de Viagra para las Fuerzas armadas, identifiqué un gasto millonario en prótesis de pene para el Ejército", afirmó el congresista en un mensaje en sus redes sociales.
"¿Sabe cuánto cuesta cada una? Entre 50.000 y 60.000 reales (entre unos 10.640 y 12.765 dólares). Y es usted (contribuyente) el que está pagando esa cuenta", agregó el diputado.
Vaz dijo igualmente que, además de solicitar que la Fiscalía y el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU, órgano fiscalizador) investiguen las posibles irregularidades, también presentó este martes una petición para que el Congreso instale una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) que aclare el asunto.
Las denuncias sobre las cuestionadas compras de las Fuerzas Armadas se han convertido en motivos de numerosos memes sobre la "impotencia" de los militares brasileños que circulan de forma vírica en las redes sociales en Brasil.
Según los documentos descubiertos por Vaz y por el senador Jorge Kakuru, el Ejército brasileño gastó 3,5 millones de reales en tres diferentes licitaciones realizadas el año pasado para comprar 60 prótesis peneanas de silicona con extensiones que varían desde 10 hasta 25 centímetros.
Las prótesis indicadas para casos de disfunción eréctil fueron entregadas a hospitales del Ejército en los estado de Sao Paulo y Mato Grosso do Sul.
Pese a tales informaciones disponibles en el Portal de Transparencia del propio Gobierno y en el Panel de Precios del Gobierno Federal, el Ejército informó en un comunicado que tan sólo adquirió tres unidades el año pasado destinadas a "cirugías de beneficiarios del Fondo de Salud del Ejército".
La víspera el mismo diputado denunció que el Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina adquirieron 35.000 comprimidos de Viagra, la píldora usada para combatir la disfunción eréctil, en licitaciones realizadas en 2020 y 2021.
"Precisamos entender por qué el Gobierno está gastando dinero público en Viagra y en esa cantidad tan alta", afirmó el legislador en referencia a la gestión de Bolsonaro, un capitán de la reserva del Ejército y que tiene un récord de militares como sus auxiliares y en su propio Gabinete.
"Los hospitales de todo el país enfrentan con frecuencia falta de medicamentos, como insulina, para atender pacientes con enfermedades crónicas, y las Fuerzas Armadas reciben miles de píldoras de Viagra. La sociedad merece una explicación", agregó.
Sobre las compras de Viagra, el Ministerio de Defensa aclaró que la Sildenafila, principio activo de la medicina, fue adquirida para el tratamiento en los hospitales militares de casos de hipertensión arterial pulmonar, una enfermedad poco común y que afecta principalmente mujeres.
Los especialistas, sin embargo, aclararon que las Fuerzas Armadas compraron comprimidos con entre 25 y 50 miligramos de Sildnafila, que son indicados para tratar la disfunción eréctil, y no los de 20 milímetros, usados para tratar la hipertensión arterial pulmonar.
Bolsonaro minimiza la compra de viagra
Mientras, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, minimizó este miércoles las dudas que ha suscitado en la oposición la compra de Viagra y prótesis peneanas por parte de las Fuerzas Armadas y afirmó que en todo ese asunto "no hay nada" irregular.
Bolsonaro, quien hasta ahora no se había pronunciado sobre el asunto, reforzó esa explicación durante una reunión que mantuvo este miércoles con legisladores y pastores de iglesias evangelistas, en la cual afirmó que "no hay nada" ilegal en esas compras.
"Las Fuerzas Armadas compran Viagra para combatir la hipertensión arterial y algunas enfermedades reumatológicas" y "con todo respeto, no es nada", dijo el mandatario, quien apuntó sin embargo que "eso es mucho más usado, obviamente, por el personal inactivo y los pensionistas" del Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina.
Bolsonaro englobó las sospechas que generaron esas compras en la "persecución" que dice sufrir de sus adversarios políticos y de la prensa local.
"Somos criticados todos los días por una prensa que tiene mucha mala fe y es ignorante sobre muchos asuntos", añadió el líder de la ultraderecha, que además es capitán de la reserva del Ejercito y ha llevado a los militares a posiciones de poder en todos los ámbitos de su Gobierno.