El nadador español Joan Lluis Pons se quedó a las puertas del podio en los Europeos de Roma, tras concluir ayer en quinta posición su actuación en la final de los 400 estilos, que ganó el italiano Alberto Razzetti, con un tiempo de 4:14.31 minutos.
Una prueba en la que el balear ya sabía lo que era subir al podio, tras colgarse la medalla de bronce en los Europeos disputados en el año 2018 en la ciudad escocesa de Glasgow.
Pero ni los casi dos segundos en los que Pons rebajó su tiempo (4:16.17) en las preliminares de la mañana sirvieron al nadador del Sant Andreu para subir a un podio del que se quedó a 1.02 segundos.
Metales por los que el balear, que ya fue cuarto en los Mundiales de Gwangju 2019, pareció en disposición de poder pelear tras cubrirse los tramos de espalda y braza.
“En la espalda y braza casi los tenía, pero en el crol se me han ido. Me ha costado mucho acabar, lo he notado muchísimo, pero es que tampoco podía plantear la carrera de otra manera”, señaló Pons en declaraciones difundidas por la Federación Española de Natación.
Y es que Joan Lluis Pons, que arrancó los últimos cien metros de la prueba desde la cuarta posición, con una desventaja de apenas medio segundo con relación al italiano Pier Andrea Matteazzi, que ocupaba el tercer puesto, no pudo seguir en el tramo final el ritmo de sus oponentes.
Esa circunstancia no sólo impidió al español enjugar su desventaja con el nadador italiano, sino que condenó a Pons a la quinta posición tras verse superado en los metros finales por el húngaro Hubert Kos.
“Estoy contento tanto por mi actuación por la mañana como por la tarde, porque me he dejado la vida y eso es lo que cuenta. Al final si la gente es más rápida tampoco podemos hacer mucho, pero he hecho mi ‘top 5’ de marcas y teniendo en cuenta cómo ha ido la temporada es para estar muy contento”, explicó Pons.
Y es que la campaña de Pons, que cuenta con un mejor registro personal del 4:12.67 ha estado marcado por su atención a los estudios, el motivo que ya le llevó a renunciar a participar en los Mundiales disputados el pasado mes de julio en Budapest.
“Este año quería buscar un equilibrio entre estudiar y entrenar. No he hecho a ‘full-time’ ninguna de las dos cosas, pero creo que he encontrado un buen equilibrio”, explicó el balear.
Un planificación que no fue suficiente para subir al podio en su tercera final consecutiva de los 400 estilos, en la que ni Joan Lluis Pons, ni nadie pudo impedir el triunfo del italiano Alberto Razzetti, que tras ser plata el pasado en Budapest, ayer se colgó el oro ante su público con un tiempo de 4:10.60 minutos.
Casi dos segundos menos que el húngaro David Verraszto, triple campeón de Europa en los años 2014, 2016 y 2018, que debió conformarse con la plata con un registro de 4:12.58.
Completó el podio el también italiano Pier Andrea Matteazzi, que pese a parecer flaquear en el tramo de crol, resistió el acoso final del Huber Kos para colgarse el oro con un tiempo de 4:13.29.