Por cada piso en alquiler que sale al mercado en Navarra hay diez demandantes

El Gobierno aprobó el año pasado un límite extraordinario a las actualizaciones anuales de la renta del alquiler de viviendas y topar las subidas al 2% anual, una medida que se extenderá a lo largo de este año. Sin embargo, esta medida “no está siendo efectiva”, señala Fernando Flores, presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Navarra (AINA) y directivo de la Federación de Asociaciones Inmobiliarias (FAI).

“Los contratos que se hicieron de acuerdo a la nueva Ley de Arrendamiento de marzo de 2019, con contratos por tres años que luego se renovaban anualmente, hacían que el propietario se sintiera tranquilo, jurídicamente hablando”, indica Flores. Algunos de esos contratos se han ido renovando pero con “pequeñas subidas”. No obstante, llegando ya a esta fecha donde la inflación en todos los ámbitos es “fuerte”, cuando llegue marzo y se cumplan los años consiguientes desde 2019, “muchos propietarios no van a renovar el contrato”, expresa Flores. En su lugar, volverán a poner la vivienda en alquiler con una subida superior al 2%.

José María Alfaro, coordinador general de la Federación de Asociaciones Inmobiliarias (FAI), asegura que “la inseguridad y el miedo de los propietarios a tener que alquilar a pérdidas está llevando a muchos arrendadores a no prorrogar el contrato anual con el inquilino y a firmar nuevos contratos de arrendamiento con precios de mercado y más elevados para cubrir costes”. Tal y como expone Alfaro, los contratos anteriores a la entrada en vigor de la Ley de Arrendamiento de marzo de 2019, que se firmaron a tres años según la normativa vigente, están ahora en fase voluntaria de prórroga anual y muchos de estos propietarios, que tienen que revisar los contratos, están optando ya por no renovar dicha prórroga en su próximo vencimiento.

Asimismo, actualmente en determinados contratos se incluyen gastos como la calefacción central, pero debido a la inflación los arrendadores se verán obligados a modificar los contratos.

Mucha demanda, poca oferta

“El alquiler es un tema delicado en este momento. Hay poco producto y eso dispara los precios”, puntualiza el presidente de AINA. Además, el coordinador de la Federación de Asociaciones Inmobiliarias añade que, especialmente en las principales ciudades, “por cada piso en alquiler que sale al mercado hay diez demandantes”. Según fuentes del sector, los principales perfiles de los demandantes son mujeres, inmigrantes y personas con inestabilidad laboral. Asimismo, los precios de alquileres no se corresponden con los salarios.

Aunque en el conjunto del país los lugares más caros a la hora de alquilar una vivienda son Madrid y Barcelona, los precios han subido en todas las ciudades, y Pamplona no es una excepción. Según diversos portales inmobiliarios, como Idealista o Fotocasa, el metro cuadrado en Navarra ronda los 9,32 euros y en Pamplona los 10 euros. En la Comunidad Foral, esto supone una subida de un 3% anual.

Así, en Burlada, los alquileres se sitúan alrededor de los 700 euros mensuales, en la Rochapea a 650 euros y en el centro de la ciudad es prácticamente imposible alquilar un piso porque “no hay”, expresa Flores.

Por otro lado, al tratarse de una ciudad universitaria, son muchos los estudiantes que optan por residir en un piso en lugar de en una residencia o en un colegio mayor. Aún así, “el alquiler universitario funciona de otra manera totalmente diferente”, destaca el presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Navarra. En este aspecto sí que se producen alquileres, pero es considerado “alquiler de temporada”. Además, estos alquileres son de coste mayor y rondan los 350 euros por habitación.

Casting de inquilinos

José María Alfaro subraya que la medida del 2% solamente “tensiona más el mercado del alquiler y deja fuera de él a muchos inquilinos” que hasta ahora negociaban las rentas con los propietarios dentro de los márgenes económicos que ambos podían permitirse acorde a su situación. Y esto, añade Alfaro, generará que haya un “casting de inquilinos, una selección”, como ya advirtió la Federación de Asociaciones Inmobiliarias desde la aprobación de la nueva Ley de Arrendamientos Urbanos de hace tres años, debido al “desconocimiento de los políticos sobre el funcionamiento real del mercado del alquiler y falta de consulta del sector”.

En este contexto, el coordinador general de FAI asegura que esta situación se está produciendo desde marzo de 2022, pero que se irá acentuando progresivamente, tras prorrogar el límite del 2% a todo el año 2023, y que supone un fuerte esfuerzo económico para los propietarios “que también están sufriendo los costes de la inflación”.

Opciones

El recelo de algunos propietarios hacia el alquiler no es porque tengan problemas a la hora de cobrar, sino que además hay “ciertos perfiles que son más juzgados, y esto se debe regular de alguna manera. La realidad es que hay mucha demanda de habitantes que se encuentran en situaciones de necesidad”, asegura un agente inmobiliario de la Comarca de Pamplona. En el municipio de Viena, por ejemplo, se proponen viviendas de alquiler con condiciones específicas. “Si no se cumplen esas condiciones, si no hay un uso adecuado y para ello hay inspectores se pierde el arrendamiento” Así, se garantiza que aquel que lo necesita tenga un hogar, y además el propietario queda tranquilo sabiendo que a este se le va a dar un buen uso. A su juicio, desde las administraciones hace falta valentía para reconvertir edificios dotacionales o de oficinas y acondicionarlos para uso residencial flexibilizando normativas.

Para Ángel Larrea, de la PAH de San Jorge, limitar el precio de los alquileres es una competencia del Estado y en este sentido la nueva ley.