Las frutas y las verduras son uno de los pilares de la dieta mediterránea y nos aportan una gran cantidad de vitaminas y minerales.
Estos productos son clave para tener una alimentación saludable, por lo que figuran en el segundo peldaño de la pirámide alimenticia. Los expertos recomiendan consumir tres piezas de fruta y dos raciones de verdura cada día.
Sin embargo, y pese a sus innumerables propiedades, estos alimentos no están exentos de peligros. Cuatro de cada diez intoxicaciones alimentarias están producidas por productos de origen vegetal. Y es que, en el caso de estar contaminadas por salmonella, e.coli, listeria o por alguna sustancia química, pueden suponer una peligrosa e invisible amenaza para la salud.
Expertos de TK Home Solutions señalan doce medidas de seguridad que debemos adoptar para evitar riesgos a la hora de ingerir estos productos, imprescindibles en la dieta. Son estas:
1- Lavarse las manos antes y después. Las manos pueden tener gérmenes que podemos traspasar a las frutas y verduras que vamos a manipular.
2- Lavar las frutas siempre, también antes de pelarlas. Colócalas bajo el chorro de agua fría y, si la vas a consumir sin piel, de esta forma evitarás que la suciedad o los microbios entren en el fruto al pelarlo.
3- Retirar las partes dañadas. Si la fruta tiene zonas golpeadas, retíralas con un cuchillo después de lavarlas. Si tiene moho, tira la pieza entera a la basura.
4- Secarlas. Una vez lavadas, sécalas con papel de cocina o un paño limpio.
5- Utilizar un cepillo. Las frutas y hortalizas de carne firme, como la sandía o el pepino, deben frotarse con un cepillo específico.
6- No volver a lavar lo que ya está lavado. Las frutas y verduras envasadas o cortadas ya previamente lavadas no deben volver a lavarse.
7- Hierbas aromáticas. Perejil, cilantro, albahaca... también debes lavarlas.
8- Ensaladas. Los alimentos que vayamos a tomar crudos en ensalada, como la lechuga o las espinacas, o que vayamos a consumir con piel, como el pepino o el calabacín, hay que lavarlos debajo del chorro de agua. Después los secaremos con papel absorbente o con un centrifugador de cocina.
9- Cortar, trocear y picar. Para hacer una macedonia o servir la fruta ya troceada, debemos cortarla en una tabla diferente a la que utilizamos para cortar la carne. Tampoco podemos utilizar el mismo cuchillo para las frutas o ensaladas que para otros alimentos. Una vez cortadas o peladas debemos guardarlas lo antes posible en las zonas menos frías de la nevera.
10- Guardar las sobras. Las ensaladas envejecen mal y no congelan bien. Si llevan añadido huevo, pollo, jamón, atún o pasata, conviene consumirlas antes de que pasen tres días en la nevera.
11- En conserva. En las verduras y frutas envasadas en latas o tarros de cristal, como el melocotón o la piña, es importante limpiar la tapa del recipiente, comprobar que está bien cerrado y que no está dañado, así como su fecha de caducidad o de consumo preferente.
12- Ojo al viajar. Si viajamos a países en los que no tenemos garantizada la higiene, debemos abstenernos de consumir todo tipo de verduras crudas y de frutas sin pelar.
¡Cuidado a la hora de comprar!
- No compres a vendedores callejeros. Hazlo en comercios o mercadillos controlados que vendan productos con la trazabilidad reglamentaria.
- Huye de las tiendas donde haga mucho calor o los productos estén expuestos al sol.
- Exige piezas en buen estado.
- Las medias sandías o melones deben estar cubiertos con film transparente y preferiblemente refrigerados.
- En el carrito o en la bolsa de la compra, no los mezcles con otros alimentos como carnes o productos de limpieza.