Sí, creo que sería bueno que aprendieras a programar. Las máquinas nos rodean. Tarde o temprano, salvo contadas profesiones, es probable que tengas que dialogar con ellas de forma más profunda de la que lo haces ahora con Word, Excel o Powerpoint. Se confunde en muchas ocasiones usar un programa con crear nuevas lógicas sobre un ordenador.
Y es que programar no es más que codificar una lógica para tomar control de una máquina de propósito general (un ordenador), que no tiene un fin específico. Sobre él podrás tomar control de una máquina bien potente para hacer muchas cosas (detectar patrones, automatizar procesos, identificar anomalías, etc.). Es decir, tenemos que entender un ordenador como una máquina programable, a la que literalmente podemos pedirle que haga de todo. Por ello en las sociedades anglosajonas, el estudio de la informática, está enriquecido con mucho contenido de creatividad e innovación. Un ordenador es pura creación.
Seguro que alguno/a ya está arqueando su ceja. No te preocupes; estoy acostumbrado. Pero me permitís que lo intente. Nadie discutirá, que aprender inglés es importante para dialogar en un mundo conectado y multicultural. Pues bien: se estima que el inglés tiene unas 3.500 reglas sintácticas, por las 46 reglas sintácticas que tiene un lenguaje como C (la base de muchos otros que surgieron posteriormente). Además, a diferencia de nuestros idiomas de uso diario (repleto de ambigüedades y contextos), un lenguaje de programación es preciso. Debe serlo, puesto que ejecuta secuencias finitas, completas y determinísticas de operaciones. Para aprender inglés, seguro que nadie recomienda estudiar filología inglesa (que lógicamente es un gran método también). Pues para aprender a programar, tampoco solo recomendamos estudiar Ingeniería en Informática.
Un numeroso grupo de personalidades en EE.UU. (directores generales, representantes de los trabajadores, etc.) se han juntado para escribir una carta abierta en la que reclaman que se introduzca informática (programación) en Primaria y Secundaria (K-12 en terminología de EE.UU.). Reclaman que el país que ha creado internet, los dispositivos inteligentes y el ordenador personal, no se puede permitir que solo el 5% de los estudiantes de bachillerato estudien algo relacionado con informática. Que se hayan unido grupos tan diversos, además de exponer que para algunos temas sí se ponen de acuerdo, viene a confirmar lo que es un secreto a voces: tenemos todos los países un problema estructural con el manejo de los ordenadores. Y si EE.UU. cree que tiene un problema, ¿qué piensan el resto de países? ¿Nos hemos parado a pensar en la cifra exacta de profesionales que nos faltan? Supongo que no. Estaríamos creando planes de estado para poner freno a esta falta de profesionales de la informática en general.
Es hora de buscar soluciones, parece evidente. La tremenda oportunidad que existe para lanzar programas de actualización competencial a todas las edades para adentrarse en la programación creo que es manifiesta. Pero no tengo soluciones mágicas que dar rápidamente. No conozco las alternativas de las nuevas escuelas de programación que han nacido con formato bootcamps (por cierto, que ofrecen ya salarios y posiciones igual de ventajosas que muchas carreras de Ingeniería). No las he probado. No me atrevo a recomendarlas. Sí que he probado mucho, por mera curiosidad metodológica, Coursera o Datacamp. Se trata de plataformas donde los mejores profesionales exponen, en muchas ocasiones gratis, recursos para aprender a programar. Ahí seguro que encontráis cursos desde cero para arrancar. Y, otra alternativa que he recomendado es la programación low code. Como su propio nombre indica, se trata de “programar poco”. Es decir, para no perderse en gramáticas y reglas sintácticas de los lenguajes de programación, quizás mejor desarrollar primero la lógica a través de abstracciones que nos permitan entender cómo tomar el control de un ordenador. Y luego ya lo escribimos. Más pensar y menos escribir. Es un campo a seguir explorando y trabajando. Porque cuanto más tardemos, el problema será más grande.