El año siempre comienza con buenos propósitos y uno de ellos suele ser bajar de peso. ¿Quién no se ha pasado en Navidad con la comida? Los excesos derivan en un arrepentimiento que nos lleva a tomar cartas en el asunto. Ese michelín incómodo no debe llegar a la época estival y recurrimos a dietas y medidas extraordinarias. Sin embargo, la mayoría de veces el intento acaba en fracaso.
¿Qué falla? ¿Qué hacemos mal? ¿Qué deberíamos cambiar?
La dietista y nutricionista Garbiñe Aizpuru nos aclara algunas dudas al respecto