La Real Sociedad empató este domingo en Anoeta ante Las Palmas (0-0), viendo así cortada su racha previa de cuatro victorias consecutivas como local. Txuri-urdin y canarios disputaron un buen partido, marcado en clave táctica por la adelantada ubicación de la zaga amarilla. El técnico visitante, Diego Martínez, apostó en Donostia por dibujar en defensa un sistema 4-4-2 de líneas muy juntas y retaguardia situada muy lejos de la portería de Cillessen, propiciando un panorama que dificultó a los de Imanol combinar en el centro del campo. Un trabajado fútbol directo significó el antídoto blanquiazul para las dificultades generadas por el rival, de ahí que los pases en largo fueran más frecuentes que de costumbre. Veámoslo con imágenes...
El análisis del encuentro nos exige comenzar brevemente por la forma en que presionó la Real, según un funcionamiento que viene empleando durante los últimos partidos. Imanol volvió a escoger un entramado de marcas hombre a hombre en todo el campo, adelantando en banda derecha las posiciones de Kubo, Aramburu y Zubeldia. Los movimientos de japonés, venezolano y azkoitiarra hacían encajar las piezas y obligaban prácticamente a Las Palmas a jugar en largo, casi siempre hacia el duelo entre Mata y Aguerd. Sufrió el marroquí con el punta rival, y los canarios consiguieron salir de la presión txuri-urdin en la jugada de la ocasión de Moleiro en la primera parte. En líneas generales, sin embargo, el sistema defensivo realista funcionó bien.
El panorama
Aunque el partido tuvo sus fases, la fotografía del mismo implicó así principalmente ataques posicionales de la Real ante un Las Palmas que dibujaba en defensa un claro 4-4-2. Su mediapunta (Campaña primero y Kirian después tras intercambiar ambos sus demarcaciones) se adelantaba unos metros cuando el equipo no tenía el balón, y presionaba en paralelo con el delantero Jaime Mata, quedando el bloque visitante sumamente corto: la primera línea no apretaba a los centrales Zubeldia-Aguerd y permitía los pases entre ellos, pero al mismo tiempo la zaga canaria no se hundía y esperaba en una ubicación muy alta y elevada.
Las soluciones
La Real pareció muy consciente, desde un principio además, de que el planteamiento del rival iba a ser el descrito. Los espacios libres, así, no iban a estar dentro, sino en otras dos zonas del campo: se encontraban claramente a la espalda de la adelantada defensa visitante, y también en las bandas siempre y cuando el equipo txuri-urdin consiguiera girar el juego. ¿Qué significa girar el juego? Avanzar de inicio por un costado del campo, atraer allí al rival y buscar a compañeros en el lado opuesto mediante un cambio de orientación. Los blanquiazules tomaron nota de lo trabajado previamente y del contexto de partido con el que se toparon para alternar e incluso fusionar ambas soluciones, cuyo punto de partida siempre estuvo en balones directos de Zubeldia y Aguerd. Los dos centrales ejercieron esta vez de organizadores, tal y como acredita la siguiente batería de imágenes con los distintos intentos ofensivos.
Una vez más, no faltaron las herramientas para intentar lograr la victoria, pero la falta de acierto y el buen trabajo del rival impidieron la consecución del triunfo. En el capítulo defensivo, mientras, el notable funcionamiento general de los txuri-urdin se vio emborronado por dos errores groseros (pase atrás de Zubimendi a Remiro y saque de banda mal defendido en la oportunidad de Sandro) que pudieron salir muy caros. La línea de los de Imanol sigue resultando muy positiva, aunque puede preocupar en cierto modo la reaparición de esos regalos que tanto penalizaron en la fase inicial de la temporada.