Un reciente estudio elaborado por científicos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) ha revelado que la tela de araña es uno de los materiales más resistentes que existen, más que el kevlar, fibra sintética con la que se elaboran los chalecos antibalas. Incluso, aguanta cinco veces más tensión que el acero.
Las arañas segregan la seda con la que hacen sus telarañas a través de unas glándulas especiales ubicadas en su abdomen. Esta seda se usa para envolver presas o construir los capullos para sus huevos.
A diferencia de la seda común que nosotros conocemos, la seda que segregan las arañas está compuesta de una mezcla de cristales de proteínas en una matriz de aminoácidos. Esta potente estructura la convierte en una de las fibras naturales más fuertes.
Jesús Lavado, investigador del Departamento de Ingeniería Química, Biológica y Ambiental de la UAB, identifica diferentes tipologías de tela de araña según la glándula de secreción y la composición proteica. El biólogo ha matizado que no todas las fibras de la tela de araña tienen la misma composición ni están secretadas por las mismas glándulas de la araña.
En total existen siete glándulas que producen fibras de seda: la ampulacia mayor, ampulacia menor, flageliforme, tubuliforme, piriforme, aciniforme y glándulas agregadas. Según indica Jesús Lavado, cada una de ellas desempeña una función distinta: “La ampulacia menor produce seda para espirales auxiliares, la flageliforme se usa para construir los segmentos intermedios pegajosos para atrapar presas, la tubuliforme produce la seda que envuelve los huevos y la aciniforme genera las fibras que envuelve la toma capturada”.
Los científicos de la investigación también han estudiado las diferentes proteínas que contiene la seda de araña, cinco en total (MaSp1, MaSp2, MiSp, Flag y TuSp). La seda producida por cada glándula es el resultado de la mezcla de estas proteínas en diferentes proporciones.
“Cada una de estas proteínas tiene una secuencia de aminoácidos muy determinada y proporciona mayor o menor elasticidad, resistencia, flexibilidad o propiedades adhesivas a la fibra”, explica Jesús Lavado.
Cada tela de araña es distinta según la especie, ya que ésta se diseña adaptada a su hábitat, estilos de caza y tipos de presa. Las arañas son flexibles con respecto a las dimensiones y formas externas de sus redes para que se ajusten al espacio que han elegido. Por ejemplo, las telas de las viudas negras son tan elásticas que sus hilos se pueden comparar a las cuerdas de una guitarra. Por otro lado, las telas de las arañas Nephila de las regiones tropicales son tan fuertes que los pueblos nativos de Papúa Nueva Guinea las utilizan como redes de pesca.