Llega el verano y con él un cambio de nuestro ritmo de vida. La rutina deja paso a un tiempo más relajado en el que los días largos, luminosos y calurosos nos invitan a pasar mucho tiempo al aire libre. Playas, piscinas, terrazas, una buena sombra... cualquier opción es buena para sobrellevar las altas temperaturas.
Mientras unos disfrutan del calor, para otros estas fechas se convierten en un auténtico calvario. Las cefaleas y migrañas pueden intensificarse en quienes las sufren todo el año o pueden aparecer en quienes habitualmente no las padecen. Además, a medida que cumplimos años estamos más expuestos a sufrir este tipo de molestia estival.
Muchos dolores de cabeza se producen por un mecanismo de vasodilatación, es decir, que los vasos sanguíneos aumentan de diámetro. Y las altas temperaturas tienen precisamente este efecto, lo que explicaría la mayor incidencia del dolor de cabeza en verano.
Junto al calor, la relajación de horarios en vacaciones, la exposición prolongada al sol o el consumo de ciertos alimentos o bebidas alcohólicas son algunos de los factores que pueden causar más dolor de cabeza.
Exponernos al sol sin la debida protección (gorra o sombrero en la cabeza y gafas de sol) también puede pasarnos factura. El calor provocará una contracción de la musculatura craneal y frontal, lo que conocemos como fruncir el ceño, lo que ya de por si nos puede generar dolor y desencadenar migrañas u otras cefaleas.
Si hay una excesiva exposición al sol se puede producir una insolación o golpe de calor y entonces el dolor de cabeza puede venir acompañado de náuseas, calambres, hipotensión, visión borrosa, cansancio, sudoración o incluso pérdida de conciencia.
Consejos para prevenir el dolor de cabeza
1- Mantener la casa fresca. Baja las persianas y deja la casa en penumbra para evitar que se cuele el calor. Si es necesario recurre a ventiladores o aire acondicionado.
2- Ejercicio moderado. Aprovecha la primera hora de la mañana o la última de la tarde para practicar algo de ejercicio y siempre con moderación y con la oportuna protección.
3- Buena hidratación. Bebe alrededor de dos litros y medio de agua a lo largo del día. El alcohol no es una buena opción ya que causa deshidratación, y esta es una de las principales causas del dolor de cabeza.
4- Evitar cambios bruscos de temperatura. El paso del calor intenso al frío del aire condicionado y viceversa puede provocar dolor de cabeza y mareos.
5- Protegerse del sol. Evitar la calle en las horas de más calor y si lo haces, siempre por la sombra. Ponte ropa ancha y clara, sombrero y gafas. La presión intraocular que provoca el sol también puede causar dolor de cabeza. En la playa, mejor bajo una sombrilla y refrescándote la frente y el cuello con frecuencia para bajar la temperatura corporal.
6- Descanso adecuado. Trata de mantener un orden de horarios, descansando las horas necesarias. Si trasnochas más de la cuenta, echa una pequeña siesta de 10 o 15 minutos sentado en el sofá mejor que tumbado en la cama. Si duermes mal, el insomnio aumentará los dolores de cabeza.
7- Alimentación correcta. Alimentos frescos como frutas o ensaladas te permitirán hacer frente al calor bien hidratado. Para evitar el dolor de cabeza debes evitar aquellas comidas que contengan nitratos (embutidos o salchichas), tiramina (frutos secos, chocolate o queso) o glutamato monosódico E-621 (en alimentos envasados o precocinados).
Ahora ya lo sabes, disfruta del calor con moderación, sin descuidar la hidratación y con la protección adecuada. Y recuerda, lo mejor del sol siempre es la sombra.