Vida y estilo

Por qué nunca deberías comer las tostadas quemadas

Cocinar determinados alimentos a altas temperaturas durante mucho tiempo genera un compuesto químico potencialmente dañino para la salud
Rebanadas de pan que van desde una cruda hasta una carbonizada.

El pan es un alimento que está presente en los hogares desde hace miles de años y su consumo se considera muy beneficioso para la salud. Indispensable en cualquier dieta equilibrada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la cantidad de 250 gramos de pan por persona y día.

En el mercado hay una enorme variedad de panes, pero la mejor opción será siempre un pan de calidad elaborado con harina integral y masa madre. Se puede tomar a cualquier hora del día, bien como tostadas en el desayuno, como tentenpié en el almuerzo, como acompañante de la comida o la cena o como bocadillo en la merienda.

Tras elegir un buen pan, es imprescindible consumirlo en las condiciones idóneas. Si te gusta comerlo tostado, no descuides nunca el horno o la tostadora y si eliges que estos terminen el proceso de forma automática, prográmalo el tiempo adecuado para que no se queme. De esta forma, evitarás que tu casa quede impregnada de un desagradable olor a chamuscado y alejarás de ti el riesgo que supone para tu salud consumir con frecuencia el pan quemado.

Dos tostadas saltan de una tostadora. Freepik

Qué es la acrilamida

¿Y por qué es peligroso comer una tostada quemada? El pan es un alimento rico en carbohidratos y en azúcares y al cocinarlo a altas temperaturas, por encima de 120 ºC, genera de forma natural un compuesto químico dañino para la salud cuando se consume en grandes cantidades: se trata de la acrilamida.

Este compuesto se produce a través de una reacción química compleja conocida como la reacción de Maillard y se da sobre todo en procesos de tostado, fritura, asado y horneado. Al quemarse, las tostadas adquieren de forma casi inmediata la acrilamida y por mucho que raspes lo quemado con un cuchillo no podrás eliminarla.

Además del pan, hay otros alimentos que al ser cocinados a altas temperaturas también pueden producir acrilamida. Es el caso de las patatas (fritas, asadas, chips...), los cereales de desayuno, el café tostado, las bebidas de chocolate elaboradas con cacao en polvo tostado, así como otros alimentos fritos u horneados (galletas, pasteles...).

Riesgos para la salud

Acerca de los riesgos para la salud que encierra la acrilamida se han realizado diversos estudios y aunque no hay una conclusión definitiva, según señala la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades de Estados Unidos (ATSDR), se ha identificado en animales (ratas y ratones) una posible relación con enfermedades como el cáncer, así como con daños en el sistema nervioso (daño neurológico, debilidad muscular o falta de coordinación) o en el reproductivo (problemas de fertilidad en hombres y mujeres).

Tostada con mermelada de frambuesa. Freepik

Cómo evitar la acrilamida

Además de evitar el consumo de los alimentos que contienen acrilamida, hay también una serie de medidas que puedes adoptar para reducir los riesgos que supone para tu salud esta sustancia química potencialmente perjudicial.

Procura no cocinar los alimentos durante mucho tiempo ni a temperaturas elevadas; diversifica tu dieta, no tomes solo hidratos de carbono y aumenta el consumo de alimentos frescos y cocidos; elige panes bajos en carbohidratos con menos almidón u opciones más saludables como el pan integral o el pan de centeno, y almacena alimentos como el pan o las patatas en lugares frescos y oscuros para disminuir la cantidad de azúcares que se convierten en acrilamida durante la cocción.

Si te gusta el pan tostado y por descuido se quema, no te molestes en rasparlo. Tíralo y empieza de cero para evitar cualquier contacto con la acrilamida.

18/11/2023