Realizar un intenso trabajo físico nos dejará agotados y, estar toda la jornada sentados desempeñando una labor que requiera una elevada concentración, también hará que al final del día sintamos una intensa fatiga, en este caso, además de física, mental.
Un equipo internacional de neurocientíficos ha realizado un estudio para tratar de entender por qué ocurre esto y qué pasa en nuestro cerebro cuando pensamos intensamente y durante mucho tiempo.
Publicado en la revista científica Current Biology, los investigadores han llegado a la conclusión de que cuando realizamos tareas mentales que requieren un gran esfuerzo y durante un tiempo prolongado, en nuestro cerebro se acumulan unas moléculas que son esenciales para su buen funcionamiento, pero que producidas en exceso resultan neurotóxicas y entorpecen su labor. Para evitar que esto ocurra, el cerebro mandaría parar la actividad creando esa sensación de agotamiento.
Concretamente, la investigación apunta a que esa sustancia que se acumula en grandes cantidades es el glutamato. En el sistema nervioso central de los mamíferos, actúa como neurotransmisor excitatorio que dispara la acción de las neuronas. La acumulación de glutamato en la corteza prefrontal, encargada del control cognitivo, provocaría una alteración funcional del cerebro que a su vez afectaría a la toma de decisiones.
Un hombre presenta una fuerte fatiga después de varias horas de trabajo.
Mathias Pessiglione, investigador de la Universidad Pitie-Salpetriere y uno de los principales autores del estudio, señala que "la fatiga mental se presenta como una especie de señal de alerta que nos indica que debemos dejar de trabajar para preservar la integridad del cerebro".
Los científicos, durante su investigación, observaron a dos grupos de trabajadores: unos que pasaban mucho tiempo haciendo trabajos cognitivos intensos y otros que realizaban tareas cognitivas más sencillas. Estudiaron por dentro y por fuera el cerebro de todos los participantes y, en las personas del primer grupo, apreciaron mayores niveles de glutamato en la sinapsis, el impuso nervioso que se produce a través de las neuronas y que posibilita su comunicación.
Este estudio contrasta con otras teorías que han tratado de explicar a lo largo del tiempo este fenómeno. Mientras unas justifican el cansancio mental por el agotamiento de energía, aunque no especifican de qué tipo de energía, otras consideran la fatiga mental una especie de "sensación ilusoria" inventada por nuestro cerebro para obligarnos a dejar las actividades cognitivas más exigentes y dedicar los esfuerzos a algo más gratificante.
De todas formas, para combatir la fatiga mental, los expertos recomiendan descansar y dormir ya que, según recuerda Pessiglione, varios estudios apuntan a que las sinapsis que se producen en el cerebro durante el sueño eliminan el exceso de glutamato, lo que conllevará un alivio de la sensación de agotamiento.