Desde que comenzara la guerra en Ucrania el pasado 24 de febrero, son muchas las hipótesis que han surgido sobre los motivos de Vladimir Putin para llevar a cabo lo que muchos consideran ya de "crímenes de guerra". Desde un posible ictus hasta un cáncer en estado terminal, pasando por un posible trastorno del espectro autista, las teorías sobre las enfermedades que pudiera estar atravesando el presidente ucraniano no han dejado de sucederse.
Por ese motivo en los últimos días ha vuelto a estar en boca de todos la extraña forma de caminar que tiene Putin: siempre con el brazo derecho rígido y pegado al cuerpo, sin apenas moverlo. Pero, ¿a qué se debe?
Un estudio publicado en la revista British Medical Journal (BMJ) ha concluido que esta forma de caminar no se trata de un Parkinson incipiente, la primera hipótesis en la que pensaron, ni ninguna otra enfermedad. En realidad, se trata del algo que los científicos bautizaron como el "paso del pistolero", unos andares modelados por el paso de Putin por la KGB y por un entrenamiento militar intensivo.
Los autores del estudio mencionan un "manual de entrenamiento de la KGB" en el que instruyen a los espías cómo deben caminar. Y es que estos andares se han visto en otros líderes rusos de también tuvieron formación militar como Dmitri Medvedev, Sergei Ivanov o Anatoly Sidorov.
El objetivo del "paso del pistolero" no es otro que llevar el brazo derecho pegado al cuerpo para proteger la pistola y poder desenfundarla en una fracción de segundo.