No hay que ser Kate Middleton ni Sara Carbonero. Muchas personas conocen a su alrededor el caso de una persona joven con cáncer. Esta enfermedad, una de las principales causas de muerte en el mundo, se ha asociado con una lacra de adultos mayores, pero eso está cambiando a marchas forzadas. Los estudios confirman que los tumores en personas de menos de 50 años han crecido casi un 80% desde 1990. Los expertos aseguran que los hábitos y el estilo de vida son un factor determinante, pero hay demasiadas incógnitas abiertas como las consecuencias del cambio climático.
Según las estimaciones de la OMS, hubo tres grandes tipos de cáncer en 2022; pulmón, mama y colorrectal. El cáncer de pulmón es el más frecuente en todo el mundo, con unos 2,5 millones de nuevos casos. Le sigue muy de cerca el cáncer de mama, con 2,3 millones de casos. Por detrás están el colorrectal, el de próstata y el de estómago.
Bajo nivel de sospecha
Sin embargo, los especialistas lanzan un SOS sobre el cáncer colorrectal, el que más se dispara. Los oncólogos del Grupo de Tratamiento de los Tumores Digestivos (TTD) llevan tiempo advirtiendo del aumento en la incidencia de este cáncer en menores de 50 años, según estudios recientes de grandes registros europeos. El cáncer de colon distal y de recto son los que han experimentado un mayor aumento en las tasas de incidencia en pacientes de 20 a 49 años durante los últimos 25 años, lo que representa un desafío para los especialistas que ven a estos pacientes en sus consultas.
Según Elena Élez, oncóloga médico del hospital Vall d'Hebrón, el cáncer colorrectal en jóvenes suele diagnosticarse en etapas avanzadas debido a una baja sospecha clínica. "En torno al 25% de los pacientes debutarán con la enfermedad diseminada y prácticamente la mitad de los enfermos con estadios limitados acabarán desarrollando enfermedad metastásica", destaca.
Pilar García, jefa de sección de Oncología Médica del Hospital Gregorio Marañón, lanza una advertencia a los dos agentes implicados en el proceso de detección, población y médicos. "El problema es que el nivel de sospecha es bajo por parte de la población y la comunidad médica. Así, cuando una persona de 29 años viene a consulta diciéndote que tiene molestias digestivas, no se te ocurre pensar que tiene un cáncer, pero con esto nos damos cuenta de que no se puede infravalorar", reflexiona.
El doctor Enrique Aranda incide en que "necesitamos profundizar en el perfil clínico y molecular del cáncer colorrectal en jóvenes para comprender el aumento en la incidencia de esta enfermedad". Las causas de este incremento son multifactoriales y no completamente comprendidas, aunque se han relacionado con antecedentes familiares, factores genéticos, obesidad, vida sedentaria, consumo de alcohol, carnes procesadas, o baja ingesta de vegetales.
Un estilo de vida no saludable puede favorecer la aparición de este tipo de tumor digestivo, según diversos estudios. Mantener un peso normal desde edades tempranas puede reducir el riesgo de desarrollar adenomas colorrectales. Además se ha demostrado que el consumo de fibra puede tener un efecto protector, reduciendo el riesgo hasta en un 40%.
La investigación en el cáncer colorrectal, tanto en personas menores de 50 años como en mayores de 50, es clave para mejorar el pronóstico y aumentar las tasas de curación de los pacientes. De igual manera, los programas de cribado de cáncer colorrectal son fundamentales para llegar a un diagnóstico temprano de la enfermedad. "Tras implementar el programa de test en sangre oculta en heces, se obtuvo un incremento del 10% en la incidencia de este tumor después a los dos años y una disminución del 9% en la mortalidad ajustada por edad a los siete años. En cifras, estos programas podrían salvar hasta 3.600 vidas", añade Ana Fernández Montes, oncóloga médico del Complexo Hospitalario de Ourense.
Por ello, desde el Grupo de Tratamiento de los Tumores Digestivos se hace un llamamiento a la población para que participen en los programas de detección temprana que han demostrado ser efectivos en la reducción de la incidencia y mortalidad de este tumor.
Cáncer de mama
Esta misma semana se ha sabido también que las tasas de cáncer de mama aumentaron un 1% anual entre 2012 y 2021, siendo este incremento más acusado entre las menores de 50 años y entre las mujeres asiático-americanas, según un revela un informe de la Sociedad Americana del Cáncer. Con el agravante de que el mayor aumento se ha producido entre las mujeres veinteañeras, cuya incidencia ha aumentado en torno a un 2,2% al año. No obstante, el informe revela que, en líneas generales, las tasas de mortalidad se han reducido para este tipo de cáncer que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a más de dos millones de mujeres en todo el mundo.
En este contexto, el nuevo informe revela que la probabilidad estimada de desarrollar cáncer de mama siendo mujer es de uno de cada ocho casos. Este tipo de tumor suele aparecer entre los 35 y los 80 años, aunque la franja de los 45-65 es la de mayor incidencia, al ser el momento en el que se producen los cambios hormonales en los períodos de peri y post menopausia, una curva de incidencia que continúa aumentando a medida que la mujer envejece.
Las tasas de incidencia del cáncer de mama en Estados Unidos oscilan entre 104-108 por 100.000 en mujeres hispanas y asiático-americanas a 138 por 100.000 en mujeres blancas. Una cifra que en España es de 132 mujeres por cada 100.000 habitantes. Actualmente, en el Estado español, la tasa de supervivencia de cáncer de mama a cinco años es de 82,8% de forma global, y en Estados Unidos esta cifra asciende al 91%, llegando incluso al 99% en los diagnósticos en un estadio localizado, cuando el tratamiento suele ser más eficaz y menos extenso.