En los días más importantes de la cuna del carnaval los turistas se han encontrado con una ingrata sorpresa. El nivel del mar ha disminuido entre 55 y 60 centímetros respecto a su estado habitual, lo que ha dejado al descubierto el fango y los malos olores.
En los lagos y el río Po, al norte de Italia, también se han visto las consecuencias de la falta de lluvias. Se trata de la peor sequía en la zona de los últimos 70 años.
Cada año sobre estas fechas el nivel del agua suele descender por todo el archipiélago pero concretamente este año ha conseguido secar los canales. Esto se debe a un cúmulo de factores. Por un lado la luna llena del pasado domingo y por otro una presión atmosférica más elevada de lo normal, que está impidiendo la llegada de las lluvias.
Las ambulancias barco no pueden circular
Una de las consecuencias más preocupantes es la imposibilidad de las ambulancias acuáticas para trasladar a los enfermos. La ciudad tiene la peculiaridad de tener mal acceso a ciertos puntos ya que todo está comunicado por puentes y canales. Así que tanto los transportes públicos como los servicios móviles de emergencia, que son embarcaciones, tan solo podrán circular por los canales principales hasta que vuelva a subir la marea.