Unos 1.500 efectivos trabajan en la extinción de los 30 incendios todavía activos en Portugal, aunque "ninguno es significativo", según Protección Civil, que advierte de un "riesgo extremo" en los próximos días y denuncia que la mitad de los fuegos responden a negligencias.
"No hay ningún incendio activo significativo", afirmó hoy André Fernandes, comandante de la Asociación Nacional de Emergencia y Protección Civil (ANEPC).
No obstante, el país amaneció hoy en estado de contingencia contra el fuego, una declaración que se prolongará hasta el viernes y que nunca se había utilizado para situaciones relacionadas con incendios.
Tras la pesadilla vivida durante los últimos días, con casi un centenar de frentes activos, unos 1.500 efectivos combaten hoy 30 incendios en distintas zonas del país -en especial en las regiones de Centro y Norte-.
Los grandes focos que amenazaron a miles de personas durante el fin de semana, en Leiria, Braga y Santarem, han sido controlados, pero han dejado unas 5.000 hectáreas calcinadas y 41 heridos leves.
"La situación está más calmada, pero el riesgo de reactivación de estos incendios es muy grande", alertó Fernandes.
Las previsiones no dejan lugar al optimismo, con temperaturas previstas cercanas a los 45 grados en los próximos días.
"No bajamos la guardia". "La situación meteorológica es grave, extrema", advirtió el comandante, que llamó a la población para que extreme las precauciones.
Detenciones
La Policía Judicial anunció este lunes la detención de dos presuntos autores de los incendios.
Uno de ellos, de 45 años y con antecedentes por el mismo delito, fue identificado por testigos mientras abandonaba la zona de Ourém. El otro, de 83 años, es el principal sospechoso de dos fuegos en el concejo de Guimarães (norte).
En conjunto, explicó hoy António Costa, la policía ha detenido a 44 personas durante este año por su relación con incendios.
Pero, recordó el primer ministro, "los incendiarios representan una pequeña parte" del problema.
"El grueso ocurre con personas como nosotros, que por descuido o inadvertidamente, irresponsablemente, provocan los incendios", insistió.
Durante el estado de contingencia, queda prohibida en Portugal la quema de rastrojos, el uso de fuegos artificiales o pirotécnicos y los trabajos con maquinaria en el bosque.
"Los incendios no tienen generación espontánea, tienen una generación humana", zanjó el primer ministro