Dar mucho sin esperar nada a cambio. Esa es la esencia del voluntariado, una herramienta que es muy importante para la sociedad y que es la máxima expresión de la solidaridad. En Portugalete, el voluntariado tiene futuro porque, entre otras cosas, hay una importante cantera de jóvenes interesados en ser voluntarios. Todo ello se expresa en el programa Gazte On, una iniciativa impulsada por la fundación Trocóniz Santacoloma y que, desde el año 2020, cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Portugalete. En esta nueva edición de la iniciativa, están tomando parte un total de 13 jóvenes estudiantes de 4º de la ESO del Instituto Zunzunegi de la noble villa portugaluja. Para reconocer la labor que están desarrollando estos jóvenes, el Ayuntamiento de Portugalete les brindó un cálido recibimiento en el salón de plenos.
El programa Gazte On nació en plenos tiempos de pandemia y lo hizo con tres objetivos. La primera de las metas que se marca este proyecto es activar entre la ciudadanía más joven de Portugalete la conciencia social, el despertar ese alma social para que, de este modo, la juventud ponga su granito de arena para hacer de la noble villa portugaluja un lugar mejor. Por su parte, el segundo de los objetivos de este programa es que ese espíritu social de la juventud se traduzca en el nacimiento y puesta en marcha de varios proyectos concretos en Portugalete. Asimismo, el tercero y último de los objetivos fijados por el programa Gazte On es comprender las inquietudes de la juventud y cultivar en este sector poblacional el sentimiento de comunidad. Con dichas metas, la presente edición de Gazte On se está desarrollando en dos fases bien diferenciadas. La primera de ellas consistió en la celebración en los meses de noviembre y diciembre del pasado año de una serie de sesiones de reflexión y debate. En dichas jornadas, los jóvenes participantes reflexionaron acerca de, entre otras cuestiones, el papel que debe de tener la juventud en la sociedad y, más concretamente, en el ámbito de la solidaridad. Finalmente, eligieron un tema sobre el que actuar, la cuestión actual que más les preocupa y, en este sentido, los jóvenes participantes escogieron trabajar contra la violencia que observan a su alrededor.
Con esa estructura del proyecto ya totalmente conformada, su actividad dio un salto público y fueron los propios jóvenes quienes empezaron a actuar de forma decidida contra aquello que les preocupa. De esta manera, diseñaron un folleto informativo que se repartió entre las familias de la comunidad educativa, crearon cuentas en redes sociales para empezar a difundir sus mensajes e iniciativas e impartieron charlas entre jóvenes. Con todo ello, han pasado de ser sujetos pasivos de la lucha contra los diversos tipos de violencia a convertirse en personas activas, a ciudadanos activos que con sus acciones diarias ponen su granito de arena para hacer de la sociedad actual un espacio más pacífico y, por extensión, un lugar mejor. Todas esas aportaciones no han caído en saco roto y han recibido el reconocimiento del Ayuntamiento de Portugalete.