Continúan los actos de celebración del 700 aniversario de la fundación de Portugalete. En esta ocasión con la plantación de un retoño del Árbol de Gernika. El acto ha estado presidido por Mikel Torres, alcalde de Portugalete, y Ana Otadui, presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, pero también ha contado con la participación de parte de la corporación del Ayuntamiento, integrantes del Consejo del 700 aniversario y algunos vecinos.
Todos los asistentes han podido participar echando paladas de tierra al Árbol tras ser testigos de la entrega del certificado de autenticidad por parte de las Juntas, un documento que acredita que el ejemplar que desde hoy se encuentra en los jardines del Centro Cultural Santa Clara es descendiente del Árbol de Gernika. Se trata de un roble de 10 años que se suma a los más de 400 descendientes que han echado sus raíces en todos los continentes, aunque una tercera parte de ellos están plantados en Bizkaia.
El alcalde de la villa ha agradecido a las Juntas Generales por la disposición que tuvieron desde el principio ante la petición del Ayuntamiento de traer uno de estos retoños al municipio. «Este acto es muy significativo por varias razones. Primero, sirve como recuerdo a la gran mujer que fue Doña María López de Haro, que no solo fundó Portugalete, también hizo lo mismo con Lekeitio y Ondarroa. Una personas que no lo tuvo fácil simplemente por el hecho de ser mujer. Por eso consideramos que este es un acto para poner en valor a nuestra fundadora. En segundo lugar, esta plantación es importante no solamente por la simbología que conlleva, sino también porque nos permite enraizarnos con nuestra historia, con nuestro pueblo. De esta manera queremos poner en valor nuestra ciudad dentro del maravilloso territorio histórico en el que vivimos», ha explicado el regidor.
La presidenta de las Juntas también ha aprovechado la ocasión para reivindicar el papel de la mujer en la prosperidad de Bizkaia y el aporte que han tenido en su historia, cultura y sociedad tomando a la fundadora de la villa como referencia. «A María Díaz de Haro por no ser hombre le quitaron el Señorío dos veces y tuvo que imponerse incluso ante su propia familia».