Con sillas o sin ellas. Con el bocadillo y la bebida o con el termo de café. Con chaqueta o en camiseta de tirantes. De todas estas formas, y de otras muchas más, acuden donostiarras y visitantes a una cita ineludible, al evento estrella de la Semana Grande de Donostia, el lanzamiento de los fuegos artificiales.
Raro es, extremadamente raro, que este encuentro con la luz, el color y el sonido, que acostumbra a empezar puntualmente a las 22.45 horas, se suspenda, como ocurrió la noche del miércoles 17 de agosto, cuando desde Donostiako Festak se notificó que no se lanzaría la colección de Fully Fused Fireworks, porque las rachas de viento sobrepasaban lo permitido en este tipo de eventos.
Incluso esa desapacible noche fueron muchas las personas que acudieron a La Concha y se protegieron en su voladizo, con la esperanza de disfrutar de los fuegos, algo que finalmente no pudo ser.
Por lo demás, como es habitual. Con la misma belleza de siempre. Porque sean más o menos vistosos, con más o menos ruido y con pocas o muchas japonesas, los fuegos artificiales son siempre un espectáculo inigualable apto para todos los públicos.
Esta noche a la pólvora se le unirá la música, y la pirotecnia Vulcano pondrá el broche de oro a la semana con el espectáculo piromusical. l