El PP justificó ayer martes que la reunión que tuvo lugar la semana pasada entre Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal forma parte de la “normalidad democrática”. En ella analizaron el escenario abierto tras las elecciones generales del 23-J, cuyos resultados no posibilitan una mayoría absoluta del bloque de la derecha. “Que después de unas elecciones Feijóo haya establecido contactos con distintos partidos, no solo con Vox, creo que está dentro de la normalidad democrática”, indicó el coordinador general del PP, Elías Bendodo, quien se refugió en que el máximo dirigente de los populares se ha dirigido también al PNV, Coalición Canaria o UPN.
Pero PP y Vox se han enredado en sus cumbres secretas, hasta el punto de que es esta última formación quien las va aireando, no solo en relación a la formación del Gobierno del Estado, sino también con los ejecutivos autonómicos que restan por conformarse. El portavoz adjunto de Vox en la Asamblea Regional de Murcia, Rubén Martínez Alpañez, desveló que cargos del PP se pusieron en contacto con él para decirle que, “por favor”, ambas fuerzas lleguen a un “acuerdo ya” para desbloquear la gobernabilidad de la comunidad. “Gracias a Dios, tengo muchos amigos en todos los ámbitos e, incluso, se ha puesto en contacto conmigo gente del PP diciéndome: por favor, vamos a llegar a un acuerdo ya”, confesó.
En este sentido, este dirigente ultra consideró que hay “como dos partidos populares”. Por un lado, el PP de Alberto Núñez Feijóo y de Fernando López Miras, que “no quiere sentarse con Vox y que prefiere pactos con PSOE seguramente”. “Y luego está el PP de Isabel Díaz Ayuso, el de los dirigentes de la Comunidad Valenciana, de Baleares, de Castilla y León y de muchos ayuntamientos de la Región de Murcia que parece que sí ven en Vox un aliado para sacar adelante los grandes problemas que tiene nuestra región”. Es más, ayer mismo PP y Vox tejieron un pacto para gobernar el Ayuntamiento de Castellón, integrando a la ultraderecha en el reparto de áreas. –