El año pasado, no llegó a existir una negociación presupuestaria entre el Gobierno vasco y PP+C’s. El consejero Azpiazu se tomó como una muestra de desinterés que no pusiera ningún documento sobre la mesa, y fue el único grupo que quedó descartado para una segunda reunión. Este año, en la negociación de los Presupuestos para 2023, el grupo PP+C’s ha empleado otro tono, ha evitado quedarse fuera de la fotografía y ha presentado una propuesta, pero no se conoce ningún detalle de esos papeles y se ha producido algún movimiento atípico por su parte, como trasladar al Gobierno la responsabilidad de cuantificar el coste económico de sus medidas porque el grupo de Carlos Iturgaiz no ha realizado ese ejercicio.
En ese contexto, tras la primera reunión con Azpiazu que tuvo lugar el miércoles, el parlamentario Luis Gordillo, presente en esa cita, ha tratado este jueves de mantener viva la negociación con un tono conciliador y ofreciendo voluntad de acordar, dijo que hubo “pequeños avances”, pero no pudo concretar ninguno más allá de la coincidencia en el diagnóstico de que la situación es difícil. La segunda reunión con todos los grupos será muy definitoria de las verdaderas opciones para pactar.
Podría suceder que este grupo intente un acercamiento al PNV, coincidiendo con el ascenso de Alberto Núñez Feijóo a la presidencia del PP y con las elucubraciones en la prensa afín a los populares, que hacen cábalas con su investidura como presidente español sin contar con los votos de Vox. Pero también podría suceder que este grupo simplemente aspire a alargar algo más la negociación y no salir de la fotografía de manera tan prematura.
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, Gordillo opinó que la reunión con Azpiazu fue “muy productiva”, y que en su grupo acudieron “con la mejor de las voluntades” porque creen que “sería muy positivo por responsabilidad llegar a algún tipo de entendimiento en materia presupuestaria”. Dijo que son “un partido de Estado y de gobierno” y saben que “no es fácil” capear el temporal. Rescató incluso el acuerdo fiscal alcanzado entre el PP, PNV y PSE en 2017 y aseguró que corresponde evaluarlo ahora, como si estuviera posicionando a su grupo para volver a alcanzar un entendimiento fiscal. Defendió, además, que también el PP propuso deflactaciones como las llevadas a cabo recientemente. Y habló de “pequeños avances” en la primera reunión con el consejero. Pero, en realidad, no llegó a sustentarlo en datos concretos.
Por "deferencia"
En ese sentido, cuando se le preguntó en qué materias se han dado esos avances, habló del “diagnóstico”, de “entender la importancia de la situación que vivimos” por la guerra en Ucrania, el proceso de recuperación tras la pandemia, etc. “Los avances se traducen en la receptividad a analizar las propuestas y continuar avanzando”, añadió.
Gordillo se excusó por esta falta de concreción en que quieren tener un acto de “deferencia” hacia el consejero y permitirle que analice sus propuestas antes de desgranarlas en público. Insistió de manera genérica en un “alivio fiscal”.