Pradales activa una ponencia para reforzar la democracia con un amplio marco legal

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En un momento marcado por el auge del autoritarismo y los movimientos extremistas en Europa y el mundo en general, el lehendakari quiere vehiculizar una respuesta a través del Parlamento Vasco. Quiere que la comunidad autónoma se dote de un amplio marco legal para evitar la desafección de la ciudadanía y, con ello, evitar que se cuestione el sistema democrático. Propone crear en el Parlamento una ponencia “para la mejora de la calidad democrática de Euskadi”, un grupo de trabajo donde los partidos podrían estudiar revisiones normativas con el objetivo de reforzar la participación de la ciudadanía, activar ayudas para luchar contra la desinformación desde los medios de comunicación o agilizar la Ley de Transparencia, con el propósito de combatir de esta manera el riesgo de desafección de la ciudadanía y evitar que los movimientos extremistas y autoritarios escalen posiciones. Imanol Pradales lanzó este viernes la idea en el pleno de control del Parlamento, precisamente a preguntas del PNV, con la intención de echar a rodar el balón. Lo hizo sin fechas, sin otra pretensión que comenzar a trabajar y poner esta cuestión en agenda. 

Al inicio del curso político, en agosto del año pasado, el lehendakari ya intentó abrir una reflexión más acotada, con el objetivo de que los partidos se comprometieran con una especie de código de conducta para un ejercicio ejemplar de la política, sin insultar al rival y sin propagar bulos. Lehendakaritza había previsto que esos principios, por genéricos, fueran sencillos de asumir por la mayoría de los partidos; pero, al final, varios grupos trataron de ampliar el debate a otras cuestiones. En el caso del PP, se produjo un desmarque explícito con el argumento de que no se recogían las amenazas o las agresiones a sus cargos, o la ética tras décadas de violencia de ETA. Al PP no le sentó bien que se hiciera la lectura de que el pacto ético iba a blindar el clima político de Euskadi frente a la crispación en el Estado, porque de alguna manera se señalaba a los populares por su estrategia en el Congreso de los Diputados. La iniciativa, además, partía de un decálogo del propio Pradales y, aunque estuviera abierto a aportaciones, era tentador para la oposición provocar que cayera en el olvido. El planteamiento del lehendakari era un código de conducta que buscaba un compromiso con la ejemplaridad de los propios partidos, mientras que el marco de reflexión impulsado este viernes es mucho más amplio. Pradales lleva desde su investidura del 20 de junio apostando por algún tipo de pacto ético frente a las conductas antidemocráticas y ha lanzado ya estas dos ideas, a la espera de dar con la tecla y de que alguna pueda tener recorrido.

La pregunta la formuló el parlamentario Xabier Barandiaran, del propio PNV, una fórmula que se suele utilizar cuando el Gobierno quiere realizar un anuncio o lanzar un mensaje estratégico. Barandiaran constató la “crisis” de la democracia europea y la sociedad occidental, que se está manifestando a través de la “polarización, desinformación y la falta de adhesión de la ciudadanía hacia la política”. Matizó que Euskadi tiene razones para “estar orgullosa” porque tanto el Gobierno vasco como las instituciones vascas gozan de un “nivel alto de confianza”, con la excepción de los votantes de la ultraderecha de Vox; pero admitió que solo un 16% muestra adhesión a un partido.

El PNV dio pie así a Pradales para que anunciara su propuesta. “Están en juego el modelo y los valores fundacionales de la Europa moderna: paz, libertad, igualdad y justicia social. Debemos dar un paso al frente. Asumir nuestra responsabilidad porque también la tenemos. Por eso, plantearemos en este Parlamento abrir un debate público para poner en marcha la ponencia para la mejora de la calidad democrática de Euskadi. El objetivo es que Euskadi cuente con un marco normativo amplio y de vanguardia para fortalecer la democracia ante los ataques que está sufriendo en un mundo en el que ganan cada vez más fuerza los totalitarismos, los autoritarismos y la desinformación. La democracia exige hoy, más que nunca, adhesión y compromiso. Personal y colectivo. Y hago, por lo tanto, un llamamiento a que recorramos juntos este camino, que redundará sin duda en beneficio del conjunto de la sociedad vasca”, reclamó el lehendakari.

Dar un paso más

Pradales aseguró que defender la democracia supone trabajar en distintos ámbitos como la eficiencia y el comportamiento del sistema institucional, el modelo de gobernanza, la cultura democrática de la ciudadanía, una memoria crítica, fortalecer una sociedad civil libre y autónoma, reforzar el sentido comunitario, crear las condiciones para promover un debate público de calidad, hacer frente a la desinformación o unas alianzas internacionales adecuadas. Añadió que el Gobierno vasco está haciendo seguimiento del European Democracy Action Plan y el escudo democrático que está activando la Comisión Europea.

El Gobierno vasco se está alineando con ese plan y redactará el suyo con políticas concretas. Según explicó, se han activado ya varias líneas de trabajo: el acuerdo para la ejemplaridad de la política; un marco para la gobernanza colaborativa y los procesos de deliberación, como las asambleas municipales para los proyectos de transición energética, el proceso de escucha sobre el Guggenheim Urdaibai o el trabajo con los jóvenes; los proyectos de innovación política; o la Ley de Transparencia que llevarán “pronto” al Parlamento. “Pero tenemos que ir más allá. Eso es lo que exige este momento”, defendió, para proponer después esta ponencia parlamentaria.