El año pasado fue un momento de transición y relevo. El nuevo Ejecutivo de Imanol Pradales dedicó sus primeros seis meses de gobierno a mantener contactos y poner en marcha varios foros de diálogo que, en sí mismos, querían anticipar un estilo propio y pactista. Pero, tras ese aterrizaje, se espera que 2025 sea el año de la concreción. El momento de ir al fondo del asunto y las medidas. Esto es así, en parte, porque el propio lehendakari Pradales se ha autoimpuesto la tarea de acelerar el ritmo y que este año sea clave, tal y como anunció en su comparecencia de balance antes de la Navidad. Como indican las encuestas del Sociómetro, a nivel social aprietan las demandas relacionadas con la vivienda, la salud y el mercado de trabajo, y el Gobierno PNV-PSE quiere responder a las expectativas que ha generado. Pero, por otro lado, es consciente de que, casi desde el principio, la oposición ha tratado de reducir su acción de gobierno a un mero cambio de imagen vacío de contenido, y esa es la lectura que parece que va a desactivar por la vía de los hechos.
En cualquier caso, esas críticas pasan por alto que mesas como estas y los procesos de diálogo más asamblearios (que la propia EH Bildu había exigido en legislaturas anteriores) pueden demorar la obtención de conclusiones por su propia naturaleza. De todos modos, en paralelo a esas mesas que miran más al medio y largo plazo, el Ejecutivo sí ha puesto en marcha sus propias acciones. En materia sanitaria, ha diseñado el plan de choque para que la plantilla de los ambulatorios pueda tener en los próximos meses 358 plazas más, o para revisar el modelo de las OPE. Pero es cierto que la expectación a nivel político se centra en la mesa del pacto vasco de salud, que volverá a reunirse el día 29 de este mes de enero para tratar de acordar los principios de la estrategia, sin ELA desde el primer momento, con el desmarque posterior de ESK, y con algunas declaraciones de Sumar que anticipan marejada por su veto a las subcontrataciones privadas. En teoría, tendría que alcanzarse un acuerdo sobre todos los capítulos en marzo, aunque se podría flexibilizar en pos de un acuerdo.
Pero la carencia por excelencia del sistema sanitario y del resto de sistemas del entorno es la escasez de médicos. Pradales quiere que las instituciones vascas tengan la competencia para decidir dónde ejercen los internos residentes pero, en vista de que el proceso de formación es largo, mientras tanto, plantea aliviar la situación elevando la edad de jubilación voluntaria hasta los 72 años. Esa decisión está en manos del Estado.
Los terrenos ¿gratuitos? de Martutene y la cooperación municipal
En el ámbito habitacional, la intención del Gobierno es concretar este año dos líneas de avales para facilitar que la ciudadanía compre un piso y pague la fianza del alquiler. Podrían articularse con una partida que ya recogen los Presupuestos de 2025 para el Instituto de Finanzas.
Por otro lado, en principio, se irá respondiendo a los ayuntamientos que han pedido declarar zonas tensionadas en sus municipios para limitar los precios del alquiler, como permite la Ley de Vivienda estatal. Pero parece que el foco de atención ha girado con claridad hacia la escasez de oferta y la necesidad de aflorar pisos. En ese sentido, el foro de urbanismo debatirá una reforma de la Ley de Suelo para movilizar más viviendas protegidas, y ahí parece estar el quid de la cuestión, porque la oferta escasea, lo que en cierto modo refuerza al PNV en su idea de que la ley estatal no era el bálsamo de Fierabrás.
El Gobierno vasco propone reconvertir bajos y reutilizar suelos del Estado, como la parcela de la cárcel de Martutene, que estará en desuso cuando se produzca el traslado a la nueva prisión de Zubieta. En ese caso, queda por aclarar si el Estado cederá el suelo a cambio de un pago o gratis, como pretende el consejero socialista Denis Itxaso.
Para movilizar más suelos, será clave igualmente el acuerdo con los ayuntamientos, y ya en la negociación presupuestaria fallida se solicitó un compromiso a EH Bildu, que gobierna en 107 municipios. La coalición abertzale matizó después que no se negó a asumir ese compromiso, pero rechaza que se lo pidan solo a ella.
Los planes de Pradales pasan, asimismo, por construir 7.000 nuevas viviendas de alquiler protegido, la mitad para los jóvenes. Busca, además, nuevas posibilidades con el Banco Europeo de Inversiones.
El arraigo
El Gobierno también tiene en su hoja de ruta impulsar el arraigo de las empresas en la comunidad autónoma vasca y la creación de un fondo soberano para invertir en ellas. Con carácter más inmediato, la expectación se centra en las negociaciones para que la siderúrgica vasca Sidenor pueda hacerse con una parte de Talgo, una opción que respalda Lakua pero ha provocado tensiones entre las partes. El año 2024 sí se cerró, al menos, con un gran suspiro de alivio porque la cadena de distribución de supermercados Uvesco canceló su venta al grupo francés Carrefour. Sin embargo, sigue en venta y está por ver en qué manos termina.
Ley para reducir la burocracia y, nuevamente, Ley de Transparencia
El Parlamento aprobó el año pasado una de las 17 leyes del calendario, para disolver el colegio de aduanas. Este año está previsto que el Consejo de Gobierno abra el melón de la Ley de Agilización y Simplificación Administrativa, otro de los grandes retos que se ha fijado Pradales para reducir la burocracia que sufre la ciudadanía cuando pide ayuda o realiza un trámite. Se presentará también la de Transparencia, una ley muy simbólica porque ha sido una tarea inacabada en las últimas legislaturas.