Al lehendakari le han preguntado por los objetivos con los que encara la reunión del viernes con el presidente español y, si Imanol Pradales ha repetido una palabra, esa ha sido “acelerar”. En una entrevista concedida este miércoles por la noche en Telebilbao, el lehendakari se ha pronunciado por primera vez sobre esta cita, que Pedro Sánchez ha programado dentro de una ronda de contactos con todos los presidentes autonómicos sin un orden del día prefijado, pero en un contexto de polémica por la negociación de una financiación singular para Catalunya. Pero Pradales confirmó que su enfoque es otro. Quiere que esa reunión con Sánchez sea una continuación de la que ya mantuvieron a finales de julio en Ajuria Enea. En este nuevo encuentro, que se celebrará en La Moncloa, Pradales quiere “acelerar” las transferencias, que se aborde el primer paquete con seis materias, y que se pueda ir agilizando también la convocatoria de la Comisión Permanente que tiene que abordar todo el proceso pendiente para cumplir el Estatuto de Gernika, una comisión que tenía que activar antes de que acabe octubre.
El lehendakari proyectó la sensación de que su Gobierno quiere acelerar y, aunque le apretaron para que confesara si confía o no confía en el presidente español (el lehendakari Urkullu mantuvo una lucha constante para que Sánchez cumpliera los compromisos en la anterior legislatura), Pradales tiró de diplomacia y solo dejó caer que hay un acuerdo de investidura con el PNV y “hay que ir cumpliendo hitos”. La dinámica tiene que ser “acordar, cumplir, acordar, cumplir”. Y acelerar. Sánchez se comprometió a completar todas las materias en dos años, y en noviembre se habrá cumplido un año desde la firma de ese acuerdo de investidura con los jeltzales.
Seguridad Social, Fogasa...
Pradales mencionó algunas de las transferencias del primer bloque, como la gestión del litoral y el salvamento marítimo, y recordó que habrá que abordar otras en el futuro como la gestión del régimen económico de la Seguridad Social, las cuestiones relacionadas con el ámbito sociolaboral como el Fogasa que paga los salarios en las empresas en quiebra, o los puertos y aeropuertos.
Además, se pronunció sobre el plan de Sánchez a favor de la democracia e insistió en que hay que “hilar muy fino” cuando se trata de regular cuestiones relacionadas con los medios de comunicación. No negó que haya que implicar a la prensa en un compromiso por la democracia pero, si se trata de regular, lo vio más delicado. En lo personal, reveló que vio “tocado” al presidente en su reunión de julio por el marcaje a su mujer, pero insistió en que tiene fama de resistente.