Osakidetza ha sido el principal foco de desgaste electoral del PNV desde la pandemia del coronavirus, que ha fatigado los servicios sanitarios y lastrado las listas de espera. Imanol Pradales se fijó como prioridad el refuerzo del sistema sanitario, y ha incorporado algunos cambios en las formas y en el fondo. En cuanto a las formas, ha activado un proceso de escucha con los profesionales y una mesa con todos los agentes implicados, partidos incluidos, para sacar este debate del terreno de la confrontación y la lucha partidista. En cuanto al fondo, el lehendakari ha reconsiderado algunas decisiones del equipo anterior que no se llegaron a entender y, de tal suerte, renunció a unificar el servicio de Cardiología en Cruces y ha apostado por impulsar los puntos de atención continuada, que son los centros que atienden cuando es festivo o cuando el ambulatorio está cerrado. En este sentido, Pradales ha organizado este viernes un acto de balance de sus ocho meses de gobierno desde el punto de vista sanitario precisamente en el PAC de San Martín, en Gasteiz, que fue reabierto el 1 de febrero. Y, en ese mismo contexto, anunció otra decisión en una dirección similar: se van a reforzar los servicios de Urgencia del Hospital de Santiago el 1 de abril, con dos consultas que estarán abiertas las 24 horas del día como explicó el consejero Alberto Martínez, “con un nuevo modelo de atención dotado de más profesionales sanitarios, más médicos en urgencias y un servicio de atención general”. Este es un servicio que funcionaba a medio gas desde febrero de 2022.
La oposición interpreta estos movimientos como una rectificación pura y dura y se la atribuye a su propia presión o a las quejas ciudadanas. El lehendakari no quiso hacer ninguna lectura en clave de rectificación del equipo anterior ni criticó sus decisiones. Su discurso, en un tono constructivo y positivo, tampoco echó en cara a la oposición que convirtiera la salud en un ariete contra el Gobierno anterior. Se limitó a constatar que ya comienzan a notarse los primeros resultados de su acción de gobierno en la reducción de las listas de espera, y que las cosas mejoran cuando hay escucha y se deja este debate al margen del ruido. Pidió que nadie se desvíe de este camino y él prometió no hacerlo y mantener la “autoexigencia” en su acción. El momento es clave, porque en marzo tendría que alcanzarse un gran pacto vasco de salud en la mesa activada a tal efecto.
Pradales recordó que su gobierno apostó por trabajar en dos planos: en el corto, con un plan de choque, y en el largo plazo, con la mesa para sentar las bases del sistema de salud vasco del futuro. Y añadió que el secreto del éxito es “escuchar” e “ir de la mano de las y los profesionales, que son quienes mejor conocen la realidad de la sanidad pública vasca”. “ Este esfuerzo colectivo comienza a dar algunos resultados. En estos primeros meses entre todas y todos hemos logrado: reducir la demora en la atención primaria hasta 1,7 días de media, acortar las listas de espera quirúrgica a 57 días y las de pruebas complementarias a 36,5 días; no existen listas de espera para los casos de atención a pacientes en oncología o en cardiología; se estabilizarán más de 11.000 plazas en Osakidetza y en diciembre convocaremos otras 4.000 nuevas más; próximamente aprobaremos una OPE especial para plazas de difícil cobertura con un mínimo de 200; se ha incrementado en un 30% el presupuesto destinado a la prevención de la salud y en junio arrancaremos un proyecto piloto de cribado de cáncer de próstata”, dijo.
Añadió que se ha preparado un Plan de Transformación Digital para mejorar la asistencia y desburocratizar el trabajo de los profesionales sanitarios, se ha Inaugurado Brainlab y la Unidad de covid persistente en Basurto, se ha desplegado la asistencia dental a la población de 0 a 6 años y “se ha buscado una salida positiva a la complicada situación de cardiología en Basurto”, entre otras medidas. También mencionó que este verano se ha contado con más médicos gracias a medidas e incentivos que han “mejorado el servicio”.
"No es suficiente"
“Pero no es suficiente. Aún nos queda mucho camino por recorrer. Debemos seguir mejorando la atención a la ciudadanía cada día”, puntualizó. Se da la circunstancia de que la sanidad sigue siendo uno de los principales problemas de los vascos, aunque la preocupación por la vivienda esté escalando posiciones. En este contexto, el lehendakari mantuvo la apuesta por el diálogo como herramienta para solucionar esta situación, y defendió los acuerdos en las mesas sectoriales que han permitido, por ejemplo, desbloquear la celebración de las elecciones sindicales en Osakidetza diez años después, o empezar a trabajar en un nuevo modelo de ofertas públicas de empleo. Pero insistió en practicar el “inconformismo”.
A partir de ahí, se refirió a la mesa por el pacto de salud que congrega a los agentes sociales implicados, a los sindicatos y los partidos. “Pero tenemos que trabajar como hasta la fecha. Todos debemos ceder parte de nuestras posiciones para abordar las líneas estratégicas con los distintos grupos técnicos y lograr un consenso amplio en Euskadi que haga frente a los desafíos de los próximos años”, puso en valor.
Pradales terminó con un “agradecimiento” por lo conseguido con el esfuerzo de “todos”, y valoró “la paciencia y el entendimiento” de la ciudadanía. “Cuando se aparcan la confrontación y el ruido, y se trabaja de forma honesta y discreta, llegan los resultados. Gana la ciudadanía vasca a la que nos debemos y eso es lo más importante. Vamos a seguir por este camino. El Gobierno va a seguir por el camino del diálogo, del acuerdo, y de la escucha permanente porque queda muchísimo por hacer", concluyó.