Aunque en sus primeros seis meses al frente del Gobierno vasco ya ha mantenido dos reuniones más breves con el president Salvador Illa en Bruselas y con motivo de la conferencia de presidentes de diciembre, Imanol Pradales llevará a cabo una gira catalana la semana que viene, en la propia Barcelona y ya con todos los sacramentos. El jueves se verá nuevamente con Illa, esta vez en el Palau de la Generalitat, y el viernes tendrá un encuentro con el president del Parlament, Josep Rull.
Es un clásico que el Gobierno vasco trate de mantener una relación fluida con otras comunidades y, en el caso de los lehendakaris del PNV, más aún si se trata de Catalunya. En este momento, la Generalitat la preside el PSC y no la lidera Junts, que es la formación donde se encuadran los aliados con los que el PNV ha tenido un vínculo histórico. Sin embargo, hay oportunidades de colaboración y posibilidad de intercambiar diagnósticos en ámbitos como el reto migratorio.
El propio Pradales interpretó en su rueda de prensa posterior a la conferencia de presidentes de diciembre que Catalunya había acogido bien la propuesta vascocanaria de reparto equilibrado de los menores migrantes que llegan sin la compañía de adultos. El lehendakari tendrá la oportunidad de abordarlo con Illa el jueves de la semana que viene al mediodía en el Palau de la Generalitat. Se solapan dos rondas de contactos, ya que Illa ha programado otra gira con presidentes para abordar cuestiones como, precisamente, el reto migratorio. Este es un momento clave, porque el Gobierno español tiene que preparar un decreto para un reparto puntual entre los territorios, que sigue contando con el rechazo del PP como partido y de varias de sus comunidades. Está por ver la posición de Junts, que es uno de los partidos imprescindibles para que el presidente español, Pedro Sánchez, saque adelante sus medidas en una convalidación posterior del decreto.
Inestabilidad en el Estado
Ese mismo jueves, Pradales participará en un encuentro de La Vanguardia, en el que con toda probabilidad va a estar muy presente la inestabilidad que se vive en el Estado a cuenta de las tensiones entre el PSOE y Junts, y también a cuenta de la ofensiva del PP para vender la idea de que puede construir un frente económico con el PNV y Junts para escenificar una alternativa al Gobierno español. Los jeltzales niegan cualquier cortejo, tienen un acuerdo con Sánchez que esperan que siga dando frutos con nuevas competencias y, además, no van a participar en ninguna operación (léase moción de censura) en la que esté la ultraderecha de Vox. Pero el PP sigue apretando y trata de hacer cómplices a los socios de Sánchez de las hipotéticas irregularidades que pudieran salpicar al Gobierno español en casos como las filtraciones sobre el novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Además, es probable que surja la cuestión sobre el gravamen a las empresas energéticas, que el PNV rechaza porque no respeta el sistema de Concierto Económico y no se puede concertar ni regular desde la comunidad autónoma. Junts también lo rechaza, por razones de fondo y por temor a que las inversiones se fuguen a otros territorios.
Pradales podrá abordar la situación socioeconómica del Estado con Illa el jueves, y con el president del Parlament, Josep Rull, de Junts, el viernes por la mañana. ¿Hay un orden del día cerrado sobre los temas que se van a abordar con ambos? No como tal, ya que estos encuentros se enmarcan dentro de las relaciones institucionales que debe mantener todo Gobierno. No obstante, la portavoz Maria Ubarretxena dio este martes alguna pista al referirse al asunto migratorio y a la situación socioeconómica del Estado, como reveló ella misma en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.
Catalunya sin Cuentas, financiación catalana, quita de deuda...
En su viaje, Pradales se va a encontrar con un president de la Generalitat en una situación compleja, sin Presupuestos, porque sus socios de ERC lo presionan para que concrete alguna previsión sobre el nuevo modelo de financiación singular para Catalunya que tiene que conceder el Gobierno español. Esa financiación se ha querido comparar de manera insistente por parte de ERC con el Concierto Económico vasco, una comparación que no le hace gracia al lehendakari porque teme que la comunidad autónoma salga escaldada si alguien la introduce en la coctelera del debate y porque, objetivamente, el modelo de la CAV y Nafarroa no es comparable por su raigambre histórica y foral.
Hay una segunda derivada en este debate: la condonación de la deuda catalana y del resto de comunidades de régimen común que se ha sacado de la chistera el Gobierno español para tratar de aplacar los ánimos del PP, sin éxito. A la espera de que se concrete cómo se quiere vehiculizar esa condonación de deuda, lo que ya ha dicho el lehendakari es que le interesa saber si alguien pretende que afecte al Cupo vasco, porque con ese Cupo las instituciones de la CAV contribuyen a las cargas del Estado, como los propios intereses de deuda.
Hay otras cuestiones sobre la mesa que interesan a ambos territorios, como el uso de las lenguas cooficiales en la Unión Europea o la negociación de distintas competencias migratorias con el Estado, donde los puntos de partida son distintos en la CAV y Catalunya.