Aunque las diputadas forales de Hacienda han dejado la puerta abierta a negociar e incorporar modificaciones en la revisión fiscal, la principal baza que tienen ahora mismo PNV y PSE para su aprobación es que la oposición sienta vértigo ante la posibilidad de dejar caer las medidas que allí se incluyen, por lo impopular que podría resultar. El lehendakari Pradales ha seguido tirando de ese hilo argumental este viernes en el pleno de control del Parlamento Vasco, en respuesta a una pregunta de Sumar que quería saber si tenía intención de "liderar la armonización para una fiscalidad de país tras el fracaso de la propuesta de su partido”. Pradales aclaró en primer lugar que tiene intención de respetar la arquitectura institucional vasca y no centralizar la reflexión y, a partir de ahí, fue al fondo del asunto y de las propuestas fiscales para pedir “responsabilidad” a los grupos y que “se pongan en el lugar” de las personas beneficiadas.
“Un joven de 33 años compra una casa y tiene un ahorro de 25.000 euros. Pide una hipoteca. Sin revisión fiscal, pierde 3.795 euros. Supongamos que ese mismo joven, en vez de comprar, alquila un piso, y paga una renta mensual de 750 euros. Sin revisión fiscal, pierde 1.200 euros cada año. O pensemos en ese pensionista que cobra una pensión de 19.000 euros. Sin revisión fiscal, pierde 1.710 euros cada año. O un aita o una ama que regresa a su puesto de trabajo después de haberse dedicado al cuidado de sus hijos durante un año; pierde los 1.500 euros de deducción para conciliación que la revisión fiscal propone. PP, Bildu y Podemos se oponen a la revisión fiscal. ¿Cómo se lo van a explicar a esas 342.000 personas que cobran menos de 20.000 euros al año, muchas pensionistas o de rentas bajas? ¿Cómo se lo van a a explicar a los 76.000 autónomos afectados? ¿Cómo se lo van a explicar a los miles de jóvenes menores de 36 años que necesitan acceder a una vivienda para comenzar su proyecto de vida? ¿Cómo se lo van a explicar? ¿Cómo les van a mirar a los ojos con la que está cayendo? Y luego les diremos que confíen en la política”, avisó.
Por ello, pidió a los grupos que “superemos esta situación de bloqueo” por “todas esas personas que se verían positivamente afectadas en términos de justicia social”. “El acuerdo es posible. Estamos a tiempo, y eso es lo que tenemos que intentar: acuerdos”, alentó.
El debate
La reforma fiscal se tiene que tramitar en las Juntas Generales de los tres territorios, y PNV y PSE solo tienen mayoría absoluta en la de Bizkaia. Por tanto, necesitan un tercer socio en Gipuzkoa y Araba. Todo apuntaba a un acuerdo con Podemos, pero esta formación se echó atrás tras el resultado de su consulta a la militancia, que avaló la revisión fiscal pero por un estrecho margen (46% frente a 43%) y con baja participación. Ante el giro que dieron los acontecimientos, el PNV ofreció a EH Bildu y el PP la propuesta que había negociado con Podemos. Sin embargo, ambos partidos han dado un portazo a esta posibilidad. El PNV se aferra a medidas como la exención de hacer la declaración de la renta para quienes cobren hasta 20.000 euros, para que la oposición sienta esta presión tras haber respaldado la exención del salario mínimo en el Estado. En la actualidad, el límite está en 14.000 euros. El PP, sin embargo, ha presentado una propuesta con una rebaja generalizada de impuestos con la intención de hacer oposición al PNV y presentarse como única alternativa a la “doctrina socialista”, y EH Bildu ha sido la única que ha registrado enmienda a la totalidad.
Sumar pregunta a Pradales si va a "liderar o asumir la derrota"
El debate en el Parlamento se sustanció tras una pregunta del representante de Sumar, Jon Hernández, del PCE y parte de la cuota de Ezker Anitza-IU en Sumar. Se da la circunstancia de que IU tiene uno de los tres junteros de Elkarrekin Podemos en Araba y rechaza esta revisión fiscal. Sumar no tiene representación como tal en las tres Juntas, y este viernes ha llevado el debate al Parlamento Vasco. Hernández denunció que la fiscalidad actual es “injusta” porque “la clase trabajadora sostiene el grueso de la recaudación a través de las retenciones del trabajo y a través del consumo, el IVA”, y que el Parlamento decide todos los años cómo se utilizan los recursos vascos aprobando unos Presupuestos, pero no plantea “nada sobre el modelo de ingresos, el modelo fiscal”.
Hernández declaró que la reforma fiscal “ha fracasado estrepitosamente”, y preguntó a Pradales si “está dispuesto a liderar un modelo fiscal” o si “va a asumir la derrota, se va a resignar a no hacer nada y va a renunciar a la reforma fiscal”. “Tal vez su opción es, como ya ha anunciado, simplemente recurrir a más deuda”, lanzó.
El lehendakari pidió residenciar el debate en las Juntas Generales y recordó que, hasta ahora, la armonización se ha acordado sin recurrir al Parlamento, dándole cauce en el Órgano de Coordinación Tributaria. Por ello, preguntó si se quiere apostar por un modelo jacobino o confederal. El lehendakari pidió que, cuando se aborde la revisión fiscal, se analicen los contenidos “más allá de vetos políticos y tacticismos que no conducen a ninguna parte”.
Cruce dialéctico con el PP
Este debate también se coló entre líneas en la pregunta del PP sobre la condonación de deuda. De Andrés aprovechó para acusar al PNV de someterse a los socialistas en todos los ámbitos, “del mismo modo en que hemos visto que no tienen margen de negociación en las normas fiscales, en las que el PSE vetó al PP”. Pradales, por el contrario, pidió al PP que “baje del monte”. “Déjese de maximalismos, demuestre su responsabilidad y dé respuesta a las necesidades de la empresa vasca”, le dijo.
“En la revisión fiscal, se plantean mejoras en competitividad para más de 31.000 micro y pequeñas empresas de Euskadi, para más de 76.000 personas autónomas, para que las industrias que necesitan invertir en descarbonización y mejorar la innovación lo hagan, y sigan generando empleo de calidad. El acuerdo sigue siendo posible. La empresa vasca le sigue esperando. En su mano está, señor de Andrés”, zanjó Pradales.