Pradales quiere dar un salto en la proyección mundial de Euskadi

Actualizado hace 10 minutos

En Pasaia, se construye desde hace diez años una réplica de la nao San Juan. En el siglo XVI, este galeón vasco puso rumbo a Terranova, en la costa canadiense, con el objetivo de obtener el aceite de las ballenas. Era un material muy preciado y se utilizaba como combustible para encender las lámparas. Era el petróleo de la época y, durante años, los vascos monopolizaron su comercio. Más allá de su desafortunado final, la historia de este barco mercante es el testimonio palpable de que por aquel entonces existía una industria vasca de vanguardia, un ecosistema con miles de trabajadores. Se trataba nada más y nada menos que de un barco transoceánico, que tenía que cruzar el traicionero Atlántico y hacerlo, además, en aquella época remota. Se hundió en 1565, pero no durante la travesía, sino en el puerto canadiense, cuando ya estaba todo el trabajo hecho, con mil toneles a bordo. La culpa la tuvo una fuerte tormenta. Fue una tempestad de las que rompen los amarres y provocan que los barcos queden a la deriva, a merced de los elementos.

Precisamente en Albaola Itsas Kultur Faktoria, donde se está trabajando en construir una réplica de ese pecio, el lehendakari presentará este martes los ejes de acción exterior, con la intención de dar ahora un nuevo salto en la internacionalización desde ese emplazamiento tan simbólico para la historia de la industria de la comunidad autónoma.

Imanol Pradales presentará las bases de la estrategia Euskadi Globala, su espíritu y principales objetivos. Las tareas relacionadas con la acción exterior han pasado en esta legislatura a manos de Ander Caballero, con experiencia al frente de la delegación de Estados Unidos y que, antes de entrar al Gobierno, trabajaba como consultor. Pradales pondrá sobre la mesa la necesidad de que la comunidad autónoma dé un nuevo salto en términos de proyección mundial, y él mismo comenzará en los próximos días una segunda gira europea para entrevistarse con los comisarios de las áreas que más afectan al territorio, como la transición energética, las infraestructuras ferroviarias o la política de cohesión y la creación de la macrorregión atlántica.

Pradales lleva meses insistiendo en que la comunidad autónoma puede y debe ser la rótula de Europa y tiene que desempeñar un papel clave en el “renacer” de la industria en el continente en esta transición hacia nuevas energías. Se trataría de posicionar a la comunidad autónoma vasca para que no pierda influencia. La estrategia exterior, en cualquier caso, va más allá de la economía y la industria y entra también de lleno en el terreno político.

Al margen del discurso del lehendakari, habrá invitados no necesariamente de las grandes corporaciones, sino personas de a pie que trabajan fuera de Euskadi o que forman parte de la diplomacia económica y cultural. No es la primera vez que el lehendakari plantea crear un “roster” de vascos influyentes que puedan hacer esta diplomacia a pie de calle dando a conocer la marca Euskadi. Habrá también una dinámica de participación para escuchar los testimonios de varias de las personas implicadas en la internacionalización.

La promoción de lo vasco en el exterior afronta ahora un contexto difícil, ya que la propia Unión Europea ve amenazada su influencia por Estados Unidos y China. Con la referencia de la nao San Juan, el lehendakari se propone poner en valor el patrimonio industrial vasco y tejer vínculos con otros pueblos del mundo.

La semana que viene, Pradales viajará al corazón de las instituciones comunitarias para reunirse, por ejemplo, con la vicepresidenta de la Comisión, Teresa Ribera, y con el comisario de Transportes, Apostolos Tzitzikostas, a quien le quiere plantear la conexión del tren de alta velocidad con París; además de entrevistarse con responsables de la política de cohesión y de los Presupuestos.

Delegaciones

El Gobierno vasco planteó como novedad en las Cuentas de 2025 que la oficina de Madrid, que hasta la fecha no tenía la categoría de delegación, sea considerada como tal. Apostó por consolidar las existentes en Europa y en América, convirtiendo la delegación para EE.UU. en la sede para EE.UU. y Canadá, separando en dos delegaciones propias la de Chile y Colombia, y convirtiendo la delegación de Euskadi para Argentina-Mercosur en la delegación para Argentina y Uruguay.