Imanol Pradales dejó una pista en su discurso de treinta páginas en el pleno de investidura. El próximo lehendakari deslizó que su gobierno tendría una nueva estructura, con una “mayor focalización en las políticas públicas y otra dimensión”. ¿Quería decir que sería un gobierno más amplio? Cuando el PNV lleva insinuando casi desde las elecciones que va a reformar las macroconsejerías, ¿quiere decir que una misma persona no debería ocuparse de varios temas porque la exigencia ciudadana es mayor desde la pandemia, y es necesario que haya personas dedicadas en exclusiva a ciertas materias? Este periódico ha podido confirmar con fuentes conocedoras de las negociaciones que el nuevo gobierno tendrá más consejerías, un total de 15 frente a las 11 actuales.
Este es un esquema que ambos socios asumen que va a dar pie a que se lea dentro de una lógica del reparto de poder o de colocar a más socialistas en el Gobierno. Pero contraargumentan que se mantiene la proporción de 8 a 3 que existe ahora, con 10 consejerías para el PNV y 5 para el PSE. Por ello, dicen que la explicación es otra: “A mayor exigencia, mayor Gobierno”. “Si crece la exigencia sobre vivienda, lo lógico es que tenga su propio departamento. Si hay una preocupación en el campo, lo lógico es que haya una consejería de Agricultura y Pesca para que se encargue de sus problemas”, ponen como ejemplo.
En concreto, este periódico ha podido saber que Agricultura y Pesca saldrán del departamento de Desarrollo Económico que ha gestionado Arantxa Tapia, Vivienda se va a separar de Transportes (estas áreas las ha gestionado el PSE, que ha dado por hecho que seguirá en Vivienda), y Políticas Sociales se va a separar de Igualdad y Justicia. Este último macrodepartamento lo llevó Nerea Melgosa, que según fuentes bien informadas va a seguir en el Gobierno y, en contra de la primera hipótesis que se había hecho circular, parece que se mantendrá al frente de Políticas Sociales y es un área que no pasará a manos del PSE, ya que el PNV ha puesto en valor su capacidad de trabajo y su formación en el ámbito sociológico. Igualdad, por otra parte, podría volver a depender de Lehendakaritza, una hipótesis que cobra fuerza. También se espera alguna "sorpresa" en Economía, de la que podrían desgajarse algunas competencias, y está por ver cómo aterriza la apuesta de Pradales por dar un peso específico a Ciencia e Innovación, ya sea con una consejería o con una viceconsejería u otro tipo de vía para darle visibilidad.
Para gestionar más competencias
Otro argumento clave para justificar esta estructura radica en que, como está previsto que la comunidad autónoma reciba una veintena de competencias pendientes de transferir en virtud del Estatuto de Gernika, tendrá más carga de trabajo y tendrá que gestionar materias hasta ahora gestionaba el Estado. Esta es una circunstancia que puede afectar muy especialmente a los transportes, pero no solo a esa cuestión. Además, teniendo en cuenta que Pradales plantea varios saltos cualitativos y hay transiciones como la ecológica, se requiere un gobierno "especializado".
Mayor exigencia postpandemia
Fuentes solventes encuadran la mayor dimensión de este gobierno en que “nace con gran ambición”, una ambición que creen que ya tenía el lehendakari Urkullu, pero que ahora se enfrenta a un nuevo contexto postpandemia donde las reivindicaciones en la calle y en distintos sectores están a flor de piel y eso exige una atención más especializada y constante en los servicios sociales, la vivienda o el campo.
El Gobierno de Pradales será también más joven, más cercano a la media de edad del propio lehendakari (49 años), y contará con varios perfiles profesionales, con personas que han abandonado su carrera para entrar en el servicio público. El PNV va a mantener las carteras de mayor peso político, como las de Salud, Educación y Hacienda. Los nombres y estructura se confirmarán el sábado por la tarde tras la toma de posesión de Pradales en Gernika. Los socialistas, según informa El Correo, gestionarán las prisiones con Justicia. La cuenta de las cinco consejerías del PSE podría ser el resultado de la suma de Empleo y Trabajo, Vivienda y Transportes separadas, Turismo, y Justicia.
Los gobiernos del entorno también se expanden
Pradales esboza un gobierno con un alto nivel de especialización, una corriente que parece que se ha impuesto ya en otros gobiernos del entorno, como el último de Pere Aragonès en Catalunya, que ha tenido catorce consellers. La socialista María Chivite tiene 13 en Nafarroa, y Pedro Sánchez lo ha llevado a su máxima expresión con 22 ministros. Lo que exigen estos organigramas tan amplios es una coordinación fuerte (algo que muchas veces han recriminado los socios a Sánchez que brilla por su ausencia en su gabinete), y podría abocar a una vicelehendakaritza primera del PNV con cierto peso político. En la comparativa vasca, es cierto que el lehendakari José Antonio Ardanza llegó a tener un gabinete con 15 miembros, pero contando su propia presencia, de manera que no igualó los 15 de Pradales.