Serantes Kultur Aretoa acogerá el jueves desde las 18.30 horas la gala de entrega de los XIV Laboral Kutxa DEIA Hemendik Sariak, galardón con el que se reconocerá la labor de personas, asociaciones y entidades de la comarca
rEMAR a favor de corriente resulta relativamente sencillo, sumarse a algo cuando se está en la cresta de la ola encarna el camino fácil, pero quienes realmente tienen un valor inmenso son quienes trabajan y apoyan en los momentos más duros y lo hacen sin estar bajo los focos. El próximo jueves a partir de las 18.30 horas en el Serantes Kultur Aretoa de Santurtzi esas personas y colectivos que desempeñan, a diario, un trabajo de hormiguita por hacer de esta sociedad un lugar mejor, por intentar dar alegrías a los demás o tratar de minimizar sus malos momentos recibirán su merecido aplauso y reconocimiento en la gala de entrega de los XIV Laboral Kutxa DEIA Hemendik Sariak de Ezkerraldea, una pequeña recompensa y agradecimiento a su inmensa labor diaria en favor de la comarca.
Durante el último año y medio de pandemia, uno de los pocos motivos por los que Santurtzi ha podido sonreír han sido los triunfos de la Sotera, una trainera que ha vuelto a dejar sin hipo a Euskadi entera y que, en esta última temporada, ha inscrito su nombre en el selecto grupo de embarcaciones que, en un mismo año, se han alzado con el título de la Liga ACT y la Bandera de La Concha. Uno de los remeros clave en la consecución de tantos triunfos ha sido el muskiztarra Gorka Arostegi, quien recibirá su merecidísimo Laboral Kutxa DEIA Hemendik Saria. "Estoy muy agradecido y contento por el premio, pero me gustaría recalcar que esto es un premio de todos mis compañeros. Todos hemos hecho una temporada impresionante", remarca Arostegi. Los resultados dicen que la trainera santurtziarra ha gobernado con mano de hierro en esta temporada, pero la realidad ha mostrado que la campaña ha sido durísima, puesto que los duelos que la Sotera ha mantenido con Hondarribia han quedado ya para la historia del remo. "Todo remero sueña con lograr lo que hemos logrado, pero hemos vivido una temporada durísima y de muchísimo desgaste", reconoce el muskiztarra, quien pese a contar con oferta para seguir en Santurtzi y haber recibido el interés de otras embarcaciones de ACT, ha decidido tomarse una temporada sabática.
Tras los grandes remeros hay grandes entrenadores y tras los grandes clubes debe haber grandes canteras. Kaiku vuelve a sonreír tras haber logrado el ascenso a la Liga ACT, pero la labor de formación es básica. En esa cantera lleva haciendo una labor incansable desde 2008 José Crespo, quien, previamente, ha remado en Kaiku, donde es toda una institución. "Este año estoy trabajando en un segundo plano, pero Kaiku tiene la suerte de tener un equipo magnífico de personas como Pedro Ruiz y Andoni Galván trabajando con la cantera", explica Crespo. En la actualidad, hay 75 remeros y remeras en las categorías inferiores del club sestaoarra, una cifra que invita a pensar que desde la cantera llegarán en el futuro varias perlas a categoría senior a medio plazo. "Tenemos un número significativo de remeros y remeras con los que estamos trabajando y eso es clave para que, al final, lleguen a categoría senior un número importante", indica Crespo, quien se reconoce apasionado de su labor como formador. "Vivo este deporte con pasión y he pasado por todos los niveles. Me encanta poder transmitir lo que sé y lo que he aprendido a las personas jóvenes y me gusta muchísimo verlos progresar" afirma Crespo, uno de los responsables de que la cantera de Kaiku goce de buena salud.
La Sotera y Kaiku representan el orgullo de Santurtzi y Sestao respectivamente y el Dinamo San Juan es el orgullo de un barrio, de San Juan. Este club lleva trabajando por y para esta zona de Santurtzi desde 1973 y se erige como gran icono de San Juan. Su labor va mucho más allá de lo que ocurre en el terreno de juego, ya que es un elemento de unión de todo el barrio y, además, se suele sumar a causas solidarias. La última de ellas ha sido la de donar el 100% de los beneficios de la venta de sus camisetas de la presente temporada a La Cuadri del Hospi, una iniciativa que convierte unas camisetas con unos diseños muy atractivos en un símbolo de la lucha contra el cáncer infantil. A toda esta actividad fuera del verde, se suma una importantísima labor de cantera con equipos en todas las categorías inferiores y un equipo senior masculino que milita en División de Honor y lo hace con resultados muy positivos. El pasado año en una campaña mucho más corta y marcada por la pandemia, el Dinamo San Juan firmó una temporada muy destacada y estuvo en los puestos altos de la tabla. El arranque de esta nueva campaña ha vuelto a transmitir las buenas sensaciones de la pasada y en las cuatro primeras jornadas ha sumado dos triunfos y dos empates. Un motivo más de orgullo para San Juan, un barrio ya de por sí tremendamente orgulloso de su equipo de fútbol.
El Dinamo San Juan saca la sonrisa y divierte a muchos niños ofreciéndoles practicar el deporte que más les gusta, pero, a veces, por desgracia, los más txikis tienen que pasar por la durísima experiencia de padecer un cáncer a tan corta edad. Esa circunstancia produce un shock no solo en los más ellos, sino también en sus familias. En mitad de esa nebulosa, de ese camino incierto para los niños y sus familias emerge la figura de Aspanovas, una entidad indispensable en Bizkaia para quienes tienen que pasar por un drama de ese calibre. Cuando todo el mundo se encerraba, se blindaba por la pandemia, Aspanovas ha trabajado por seguir ofreciendo aliento y apoyo a entre 120 y 130 familias. "Fue una situación muy difícil porque no podíamos estar con esas familias cuando verdaderamente más lo necesitaban. Mantienes la comunicación por videollamada, pero no hay nada que pueda sustituir una caricia o un abrazo en esos momentos", indica Ainhoa Fernández, coordinador de Aspanovas Bizkaia. La situación ha mejorado, pero Fernández señala que "aún queda camino por recorrer porque hasta que no recuperemos el nivel de presencialidad de las consultas que había en febrero de 2020 no podremos hablar de normalidad para los pacientes oncológicos". Aspanovas, en primera instancia, se dedica a apoyar a las familias que ven cómo los pequeños tienen que batallar contra el cáncer, pero también cumplen una importante función de dar visibilidad a la enfermedad, una visibilización que se ha convertido en una tarea más importante si cabe. "La enfermedad sigue ahí y tenemos que seguir trabajando como sociedad no solo para curar, sino para curar mejor y eso solo se logra invirtiendo en investigación, dotando de recursos", concluye Fernández.
El de la ganadería es un trabajo duro, constante y muy poco agradecido. Una labor vocacional y por eso mismo, por vocación, Eriz De la Cruz puso en marcha su propia explotación ganadera hace 17 años cuando apenas acababa de soplar las 21 velas. A día de hoy, Eriz, a sus 38 años, es el ganadero más joven de vacas de leche de Muskiz y su explotación ubicada en San Julián cuenta con 150 reses. "Me dedico a la ganadería por vocación, como ocurre ahora en la mayoría de casos. Mi tío tenía vacas y yo las solía cuidar y a los 21 años decidí dar el paso de crear mi propia explotación. Es un trabajo duro porque aquí no hay vacaciones", explica Eriz, quien fue distinguido en 2009 por la Diputación Foral de Bizkaia con el premio Gaztenet. El futuro de la ganadería vacuna de leche está oscuro a tenor de sus declaraciones. "Si las cosas siguen por este camino, la ganadería de leche desaparecerá en un plazo de tiempo de no más de cinco años. Si los márgenes de ganancia ya eran bajos, ahora con las subidas de hasta el 40% que estamos soportando en cuestiones como la alimentación del ganado, esto ha acabado por ser insostenible", reconoce. Con todo, el relevo generacional se antoja casi imposible en este sector. "Aunque quiera, un joven tiene casi imposible poner en marcha su propia explotación ganadera porque tiene que invertir, como mínimo, entre 10.000 y 15.000 euros y no lo va a poder recuperar", explica Eriz, uno de los ochenta ganaderos vacunos de leche que aún subsisten en Bizkaia.
Al otro lado del Montaño, muy cerca de donde pastan las reses de Eriz, en el barrio de La Cuesta de Zierbena, un grupo de mujeres, nucleadas en torno a la Asociación cultural Punta Lucero, dieron, hace ahora diez años, un paso importante en el empoderamiento de la mujer en el deporte creando el primer club de Bolo a Katxete femenino. Ellas tomaron activamente el testigo generacional a la desaparecida sociedad de bolos El Ciervo.
"La mujer siempre era la acompañante del bolari, una mera espectadora y sin embargo hoy podemos decir que la mujer se ha integrado plenamente en la historia de este bolo tan peculiar de nuestra comarca con varias sociedades que juegan ya con bolaris habituales a las que se suman chicas jóvenes. Estamos sorprendidas de haber llegado hasta aquí y creo que estamos en un buen momento, a pesar de que el katxete en general, con la pandemia, haya sufrido un cierto estancamiento del que esperamos salir en 2022", explica Marga Martínez, presidenta de la sociedad cultural Punta Lucero que da nombre al club bolari con sede en el carrejo del barrio de la Cuesta. Una aventura deportiva que este año se ha visto reconocida por el Ayuntamiento de Zierbena invitándolas al izado de la bandera de la localidad en el Día de la Independencia celebrado el pasado 15 de octubre.
Educación y cultura
Si el katxete es, además de un deporte secular, un referente cultural e histórico de la Ezkerraldea y Meatzaldea rural, la educación constituye un pilar básico de la sociedad y Abanto Zierbena tiene en su Instituto de Enseñanza Secundaria Dolores Ibarruri claro ejemplo. En sus cincuenta años de vida no solo se ha encargado de aportar conocimientos a los educandos sino que, además, se ha convertido en un agente comprometido con el desarrollo socio cultural del municipio minero. "Cuando se construyó estábamos en el extrarradio del barrio de Gallarta y con los años ocupamos un lugar de centralidad, lo que nos permite estar muy cerca de la vida del pueblo y formar parte activa de ella", señala el secretario, Iñaki Carnicero". Por ello, tal como señala el director, Jose Luis Andrade, "hemos preparado una celebración que esperamos sea muy participativa, que involucre al mayor número de personas que forman parte o han formado parte de nuestra comunidad y también a las asociaciones de todos los barrios pertenecientes a Abanto Zierbena".
Fue el 4 de noviembre de 1971 cuando se celebró el primer claustro del entonces Instituto Nacional de Enseñanza Media Mixto de Abanto y Ciérvana. La celebración de esta efeméride se desarrollará desde el día 4 de noviembre hasta el próximo mes de mayo. "La idea es proponer una idea cental cada mes. Comenzaremos con una serie de actividades conmemorativas en torno a la figura de Dolores Ibarruri que incluye la presentación de un libro sobre su figura de Mario Amorós, avanza Andrade. Actividades deportivas, entre las que se incluye una carrera de relevos intergeneracional y una marcha montañera, culturales –como el concurso de vídeo sobre la historia del centro– y festivas, como conciertos de rock, jalonan el programa de este conmemoración que finalizará en mayo con una comida popular.
El legado educativo se remonta aún más al pasado. Y es que la Fundación Durañona de Trapagaran –escriturada en 1893 y registrada en 1894– es aún hoy un valioso activo en la historia del municipio minero creada por legado de Ramón de Durañona y Urruticoechea, natural del barrio de Salcedillo, con el que se procuró educación a cientos de niños y niñas del Valle de Trápaga, La Escontrilla y Urioste, barrio entonces perteneciente a Santurce Antiguo.
Según aparece en las escrituras otorgadas en Buenos Aires en 1868, con la creación de una escuela Durañona, para la que donó 10.000 "pesos fuertes" quería "dar un testimonio público de los sentimientos de amor a su país natal, que siempre ha conservado vivos a pesar de la larga ausencia y distancia en que ha vivido de él, propendiendo en cuanto le sea dado al bien, moralidad y progreso de la juventud oriunda del lugar de su origen cuyos bienes solo es posible alcanzar por medio de una educación ilustrada y cristiana".
Era el primer paso de una escuela ubicada en el anexo lateral del edificio consistorial de Trapagaran –aunque primero se asentó en los terrenos que hoy ocupa el cercano Palacio Olaso– que dio educación gratuita, incluidos los materiales escolares, a los alumnos y alumnas que allí acudían. Desde entonces a hoy muchas han sido las peripecias de esta escuela donde nació el gérmen de la futura ikastola Itxaropena "y donde se fraguaron las fiestas vascas de finales de Agosto de la Transfiguración qu,e por su popularidad e implantación, hacían sombra las oficiales del 6 de agosto", recuerda Mari Jose Arana, actual presidenta de la fundación que mira al futuro de este legado con ilusión.
"No cabe duda de que las cosas han evolucionado mucho y desde hace muchos años la educación básica está cubierta. La fundación en estos años se ha ido abriendo a otras necesidades sociales y culturales por ello es sede de un coro, hay una club de lectura y se organizan algunos talleres por parte de vecinos y vecinas. La fundación debe servir de marco para que la cultura pueda seguir desarrollando en nuestro pueblo", remarca Arana quien toma el relevo de su aita, Víctor Arana, quien fuera presidente de la entidad tres décadas.
Cultura y educación representan pilares indispensables para el homo sapiens, pero aún más importante es la salud como ha evidenciado el covid-19. Afortunadamente, hay personas que se han desvivido para ayudarnos a superar esta pandemia que nos ha pillado a todos a contrapié. Es el caso de Ortuella, el municipio de más de 10.000 habitantes que antes ha logrado bajar la incidencia de cincuenta casos. "La verdad es que Ortuella se ha comportado muy bien en el control de la pandemia. Imagino que también influye el hecho de que aquí se ha producido una vacunación masiva. Además, en Ortuella hay mucha gente mayor y ésta es la que probablemente mejor se ha cuidado. A ello se suma el gran funcionamiento de las medidas preventivas y la vacunación que se ha llevado a cabo en las residencias de ancianos que han ido uno de los puntos más castigados", valora Txelo Sopelana. Cerca de cuarenta personas entre personal de enfermería, médicos de UAP y especialistas han lidiado junto con sus pacientes para superar una pandemia a la que no hay que perder de vista. "Las medidas de prevención son importantes y ahora seguimos con la tercera dosis para los mayores de 70 años", recuerda Txelo.
Mientras en Ortuella sigue activa la vacunación, en lugares como la Daira de Farias en el Sahara donde la situación de sus habitantes es bien distinta. Bien lo sabe los cooperantes de la asociación Muskiz ProSáhara Alkamar que, desde sus inicios hace veinte años, y a pesar de contar con un número reducido de personas vinculadas a la misma, ha desarrollado programas que "han influido considerablemente en algunas mejoras, en las condiciones de vida de la población saharaui en situación de refugio", señala un portavoz de Alkamar. Una labor que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Muskiz y de Petronor, y que está resultando "muy importante" para un sector de la población muy vulnerable, que subsiste de forma muy complicada y precaria". Mejorar las condiciones de vida de las mujeres saharauis, ayudando a la creación de cooperativas y escuela de formación para mujeres o la construcción de un paritorio son algunas de sus encomiendas solidarias.
PREMIOS
Gorka Arostegi. El remero muskiztarra ha logrado esta campaña el doblete con la Sotera.
José Crespo. Tras haber sido bogador de Kiaku, Crespo lleva desde 2008 trabajando en la cantera del club sestaoarra con brillantes resultados.
Dinamo San Juan. El club es el orgullo del barrio San Juan y destaca por su labor formativa y, también, por su sensibilidad con las causas sociales.
Aspanovas. Pese a la pandemia, atiende a cerca de 130 familias de niños con cáncer.
Eriz De la Cruz. Este hombre de 38 años lleva ya 17 años dedicánmdose a la gandería vacuna de leche.
Club katxete Punta Lucero. La agrupación fomenta la presencia femenina en esta disciplina desde hace diez años.
IES Dolores Ibarruri El instituto de refrerencia en Maeatzaldea cumple este próximo mes su primeros 50 años de existencia.
Fundación Durañona. En el siglo XIX impulsó una escuela de enseñanza básica para Valle de Trápaga, La Escontrilla y Urioste.
UAP Ortuella. Un baluarte en la lucha contra el covid-19 en Meatzaldea.
Alkamar. Esta ONG de Muskiz lleva más de 20 años colaborando con el Sahara y más concretamente con la Diara de Farias.
Eriz De la Cruz puso en marcha su explotación ganadera con 21 años y 17 después es aún el ganadero más joven de Muskiz
El Bolo a Katxete dio un importante giro hace diez años con el nacimiento del primer club femenino en la asociación Punta Lucero
El muskiztarra Gorka Arostegi ya forma parte de la historia de la 'Sotera' tras lograr el doblete con la trainera morada
Pese a las dificultades dibujadas por la pandemia, Aspanovas atiende a entre 120 y 130 familias de niños que padecen cáncer
Don Ramón de Durañona donó en 1868, 10.000 "pesos fuertes" para construir y sostener las escuelas de Durañona en Trapagaran
Un 4 de Noviembre tenía lugar el primer claustro del IES Dolores Ibarruri que iniciará ese día la celebración de su 50 aniversario