Varias son las lecturas que se pueden sacar tras la derrota de la Real Sociedad en Mendizorroza ante el Deportivo Alavés. Era un partido clave tanto para los locales como para el conjunto txuri urdin, unos porque se están jugando la permanencia, los otros porque no alcanzar plaza europea sería muy decepcionante.
Y la moneda salió cruz para una Real que volvió a no dar la talla. Ya lo hizo en Villarreal donde sumó un punto gracias a una serie de jugadas polémicas que se alinearon todas a su favor, pero ante el Alavés jugó todavía peor. Ni un solo disparo entre los tres palos refleja la estadística oficial del choque, solo uno por parte del Alavés, el que le dio los tres puntos.
Así las cosas, esta derrota llega en un momento clave de la temporada cuando ya solo quedan cinco partidos y el equipo de Imanol Alguacil no está en puestos europeos. Sería muy negativo no entrar en Europa para una plantilla diseñada para hacerlo con mucha más solvencia. Lo cierto es que las señales que emite el equipo no son buenas. Todo lo contrario, Está justo de físico y, lo que es peor, sin juego ofensivo, algo que le lleva acompañando todo el curso. Es de los equipos que menos dispara a la portería rival y, como consecuencia, de los que menos goles consigue.
El calendario de aquí hasta el final no ayuda. Athletic, Celta y Girona en casa y Atlético de Madrid y Real Madrid fuera. A priori, equipos la mayoría que llegan al tramo final en mucho mejor momento y otros que se van a jugar la permanencia, con lo que esto obliga. Todavía está en manos de la Real, pero si quiere jugar una competición europea la próxima campaña debe mejorar de forma urgente y mucho sus prestaciones dentro del campo.