Tras recibir información de nuestros compañeros del Club de Cazadores de Becada, así como aficionados de las diferentes zonas de Navarra, lo más destacable es que para la semana de noviembre en la que estamos la densidad de pájaros detectada es la menor de la última década y que esta situación es bastante generalizada, tanto para Navarra como en las provincias circundantes.
Todos los consultados han informado a ADECANA que este año están viendo no solo muy pocas becadas, sino que las que ven son muy “malas”, levantándose al primer síntoma de la presencia de los perros y los cazadores.
Miguel Minondo refiere que hablando con aficionados a la becada de otros países (Francia, Italia e Irlanda) han comentado que están viviendo unas circunstancias parecidas. Hay que tener en cuenta que como todas las migratorias la becada se desplaza por alimento, por lo que habrá que valorar el estado en el que se encuentran los suelos del suroeste europeo en cuanto a disponibilidad de lombrices tras un verano y comienzo de otoño en los que se han batido récords de altas temperaturas y déficit de precipitaciones.
También debemos tener en cuenta que durante todo octubre y noviembre no hemos tenido noches con vientos de componente noreste, favorable a la migración. Todo lo contrario, ha predominado el viento del sur y suroeste, que desvía la migración de becadas de su ruta hacia Navarra.
Por suerte, no todo es pesimismo y las previsiones indican que para la semana que viene se pueden dar condiciones más favorables, coincidiendo con una bajada generalizada de las temperaturas en sus cuarteles de cría en el norte de Europa y además la última semana de noviembre y primera de diciembre tradicionalmente son las fechas del pico migratorio de la becada. Además las lluvias de los últimos días han mejorado sensiblemente la capacidad de acogida de los montes navarros.