Economía

Préstamo personal o tarjeta de crédito, ¿cuál es la mejor opción?

Las necesidades económicas del usuario, su capacidad de pago y su disciplina financiera van a influir a la hora de tomar una decisión
Una mujer coloca su tarjeta sobre un datáfono.
Una mujer coloca su tarjeta sobre un datáfono.

Hay hogares que presentan ciertas dificultades para llegar a fin de mes, lo hace que su capacidad de ahorro sea mínima o inexistente. Una elevada tasa de paro, unos salarios deficientes y un coste de la vida cada vez más caro obligan muchas veces a vivir al día, de forma que cualquier imprevisto implica buscar una financiación extra.

Una avería seria en el coche, una reforma urgente en el hogar o cualquier otro gasto inesperado requieren una solución inmediata, y entre las opciones más comunes están los préstamos personales y las tarjetas de crédito.

Ambas alternativas tienen sus ventajas e inconvenientes, y la elección de una u otra dependerá de la situación financiera de cada persona y de sus necesidades específicas. La cantidad de dinero que se necesita, el plazo para devolverlo, las tasas de interés y los hábitos financieros son otros factores que harán más recomendable una u otra.

Un hombre revisa la documentación sobre un préstamo personal.

Un hombre revisa la documentación sobre un préstamo personal.

Préstamo personal

Un préstamo personal es una cantidad fija de dinero que te presta el banco y que debes devolver en un plazo determinado con intereses. Estos pueden ser fijos o variables, y por lo general más bajos que los de las tarjetas de crédito.

Es la mejor opción para afrontar gastos grandes o para devoluciones a largo plazo. Al exigir unos pagos mensuales fijos es menos probable acumular nuevas deudas a diferencia de la tarjeta de crédito.

Sin embargo, este tipo de préstamos también tiene inconvenientes. Uno de ellos es que su obtención puede costar más tiempo y resultar más complicada que solicitar una tarjeta de crédito. Otro es que pagar el préstamo antes de tiempo puede acarrear alguna penalización.

El préstamo personal requiere también una buena planificación, puesto que se trata de un compromiso fijo. Además, una vez que obtienes esta financiación, tienes una deuda fija que no puedes aumentar sin solicitar un nuevo préstamo.

Una consumidora realiza un pago con el móvil.

Una consumidora realiza un pago con el móvil.

Tarjetas de crédito

La tarjeta de crédito, por su parte, es una línea de crédito renovable que permite hacer compras y pagar por ellas después. Es ideal para gastos pequeños o de corto plazo como compras del día a día o emergencias. Cada tarjeta tiene un límite de crédito máximo y se puede usar hasta dicho límite. Los pagos pueden ser pequeños o consumirse de una vez el saldo total del mes.

Entre sus ventajas están que son fáciles de usar y que son aceptadas en la mayoría de los establecimientos. Se pueden utilizar según se necesiten, sin tener que pedir una cantidad específica de antemano, siempre que no se sobrepase el límite de crédito fijado.

Muchas tarjetas de este tipo ofrecen programas de recompensas, como puntos o reembolsos en efectivo. Además, suelen ofrecer protección contra compras no autorizadas.

En cuanto a sus desventajas, destacan sus altas tasas de interés y el hecho de que su deuda sea acumulativa. Sin darse cuenta, con la suma de pequeños pagos, se puede acabar acumulando una deuda considerable.

¿Y cuál es la mejor opción?

La respuesta es depende. A la hora de decidirse entre un préstamo personal o una tarjeta de crédito van a influir las necesidades financieras del usuario, su capacidad de pago y su disciplina financiera.

Si lo que se necesita es una cantidad grande de dinero y se prefiere realizar pagos fijos, el préstamo personal podría ser más adecuado; sin embargo, si se precisa un acceso continuo al crédito y se valora poder disponer de pequeñas cantidades siempre que se necesite, la tarjeta de crédito puede ser más beneficiosa.

Si se busca minimizar el coste de la financiación, los préstamos personales suelen tener tipos de interés más bajos. En el caso de que resulte complicado controlar los gastos, un préstamo personal con pagos fijos también puede ayudar a evitar que se acumule la deuda.

De todas formas, habrá que analizar cuidadosamente cada caso particular y evaluar cada opción antes de tomar una decisión. Y, en caso de duda, lo mejor será siempre dejarse asesorar por expertos.

2025-01-19T14:16:10+01:00
En directo
Onda Vasca En Directo