Primer accidente serio

Fin a la excelente racha del Deportivo Alavés. A la novena jornada el conjunto babazorro sufrió su primera derrota de la temporada y también por primera vez en lo que va de campaña se quedó sin ver puerta. Ese equipo que no se venía abajo y que era capaz de sobreponerse a los golpes del rival no apareció como acostumbra.

Atrapados en la tela de araña del Burgos. El cuadro de Julián Calero maniató la sala de máquinas de la escuadra gasteiztarra. A merced de lo que quería el Burgos. En ese choque de estilos que se produjo ayer en El Plantío, el conjunto castellano ganó claramente la partida. Primer accidente y serio para la escuadra albiazul.

Y es que el Alavés fue incapaz de generar ocasiones con claridad y de asustar a su rival. Se jugó a lo que quería el Burgos. Partido lento, espeso, sin ideas, sin generar juego y esperando ambos contendientes una ocasión aislada.

Pues bien, fue el Burgos en una jugada trenzada el que consiguió acertar. Letales. Efectividad máxima. La que no tuvo el Alavés. Y es que ese cuadro babazorro con instinto asesino de las ocho jornadas anteriores no compareció ayer en El Plantío. De hecho, Luis Rioja tuvo una ocasión clarísima para empatar y la desaprovechó. Sin gol. Cegados con la puerta contraria.

Un equipo que había marcado en cada una de estas ocho jornadas anteriores, incluso en dos ocasiones por partida doble –ante el Lugo y Huesca– y en una hasta en tres –Ponferradina– se quedó a cero. Mala noticia. Peor aún la de su falta de contundencia defensiva. Bien es cierto que hasta la fecha, el Deportivo Alavés tan solo había sido capaz de dejar en una ocasión su portería a cero, la de la victoria ante el Mirandés, mientras que en los siete restantes encajó uno. Solo uno. Pues bien, ayer recibió tres, fruto de la falta de contundencia, como la de Duarte en el segundo de los tantos encajados.

Un duro castigo. Dolorosa derrota. Y merecida además. El Burgos fue el justo vencedor. El Deportivo Alavés cayó en la trampa tendida por su rival. Luis García Plaza no consiguió que sus pupilos pudieran imponer su juego. En la previa el técnico madrileño señaló que en esta ocasión quería la posesión para hacer daño a su rival. Pues sí la ganó, pero por muy poco ante un equipo que regaló la pelota durante muchas fases del partido.

La estadística final del encuentro da una victoria mínima a los albiazules en esta estadística con un 52% frente al 48% de un conjunto castellano que se dedicó a defender ordenadamente su portería, a no dejar pensar al Alavés y a cortar como fuera cualquier ocasión que pudiera llevar cierto peligro.

Pues bien, para un equipo que esperaba agazapado atrás, sin muchos jugadores creativos y con capacidad para retener el balón, casi igualar la posesión del balón habla bien a las claras de que el Alavés no disfrutó ayer sobre El Plantío y deja claro su incapacidad para imponer su estilo. Superados.

Además, las malas noticias no acaban ahí. En los compases finales del encuentro Rubén Duarte abandonó el terreno de juego con molestias físicas y habrá que esperar a las próximas horas para conocer el alcance de su lesión. Al menos, dentro de lo negativo, el Alavés durmió ayer líder.