AL Amorebieta se le agota el tiempo para intentar consumar una nueva heroicidad en forma de permanencia en LaLiga SmartBank. A falta de solo tres jornadas para la conclusión del campeonato, los azules son antepenúltimos en la clasificación con tres puntos menos que el Sanse, también en puestos de descenso, y cinco menos que Málaga y Sporting de Gijón, los dos equipos que marcan los puestos de salvación. Complicado, muy complicado, se presenta el objetivo de superar en la tabla a dos de los clubes citados para poder continuar un año más en la categoría de plata, si bien las matemáticas avalan todavía un sueño que podría tocar a su fin este mismo fin de semana. Después de caer goleados en la exigente visita a un imponente Almería que se valió de dos jugadas a balón parado para romper el partido en la segunda mitad, los zornotzarras se agarran ya a un clavo ardiendo para no perder definitivamente el paso.
Ganar los tres partidos restantes y esperar. Eso debe hacer el Amorebieta, al que solo le vale vencer el sábado en Lezama a un Huesca sin nada en juego. En caso de no conseguirlo y volver a tropezar, el descenso a Primera Federación sería matemático el domingo si Sporting y Málaga logran sacar adelante sus partidos ante Girona y Tenerife, respectivamente. El Sanse, por su parte, abrirá la jornada el viernes frente al Almería en el Reale Arena. Sin margen de error y con la soga al cuello, así las cosas, asoman los de Haritz Mujika en su agónica carrera en busca de un objetivo marcado a fuego en el vestuario desde el inicio del curso.
El desarrollo de la temporada, con una mayúscula exigencia en cada choque, ha abocado a los de Urritxe a afrontar una más que delicada situación clasificatoria en la que, no obstante, firmarían encontrarse los dos equipos ya descendidos de manera matemática. Uno de ellos, el Alcorcón, suma ya un puñado de semanas sin opción alguna de permanencia como colista destacado de la categoría, mientras que el Fuenlabrada, rival al que el Amorebieta superó dos semanas atrás en su última aparición en Lezama, certificó su defunción el pasado sábado al ceder en casa contra el Sanse. Tres puntos de oro se adjudicaron los jóvenes pupilos de Xabi Alonso en su visita al Estadio Fernando Torres, escenario en el que los azules solo pudieron rascar un empate en la primera vuelta.
A ninguno de los dos equipos ya descendidos, de hecho, ha sido capaz de derrotar a domicilio el Amorebieta, pues tuvo que resignarse también a firmar las tablas en feudo del Alcorcón. Es precisamente el pobre bagaje como visitante lo que va camino de condenar a un equipo que solo ha podido superar al Málaga lejos de Lezama. Con una única victoria, ocho empates y once derrotas a domicilio, los zornotzarras solo tienen por delante la visita al Cartagena en una penúltima jornada liguera a la que los de Haritz Mujika tratarán de llegar con opciones de salvación.
cita clave
Tendrán que hacer los deberes para ello los de Urritxe ante el Huesca en un envite a vida o muerte en el que saber gestionar la presión resultará fundamental de partida. A partir de ahí, el Amorebieta deberá poner empeño y fútbol para hacerse con los tres puntos a costa de un rival que cabalga en mitad de tabla sin opción alguna de entrar en play-off. Sin la tensión propia de quien tiene algo en juego, por tanto, visitará el conjunto oscense Lezama con Mikel Rico en sus filas. El excentrocampista del Athletic, a sus 37 años, apunta a tener minutos desde el banquillo en unas instalaciones que conoce a la perfección tras sus seis temporadas como león.
Se reencontrará en el verde, además, con Mikel San José, con quien compartió medular en Bilbao. El destino pondrá frente a frente a ambos el sábado en un encuentro con aroma a auténtica final para el Amorebieta, más necesitado de puntos que nunca para poder sortear la primera amenaza de descenso matemático a la que se ve expuesto.
Un tropiezo en Lezama y las victorias de Málaga y Sporting condenarían definitivamente al Amorebieta este mismo fin de semana