Miguel Galán, presidente de la Escuela Nacional de Entrenadores de Fútbol en España (CENAFE) ha recordado, tras presentar una denuncia contra Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ante el Consejo Superior de Deportes (CSD), que Ángel María Villar, ya fue destituido tras realizar el mismo procedimiento.
Galán publicó un 'tweet' en el que señaló que el expresidente de la Federación Villar, que estuvo en el cargo de 1988 a 2017, fue cesado tras su denuncia al CSD, hecho que ha repetido este lunes ante el mismo organismo por el "acto sexista" del beso en la boca a Jennifer Hermoso en la entrega del trofeo del Mundial femenino.
"Se trata de un acto sexista intolerable del deporte. Le corresponde, por tanto, al Consejo Superior de Deportes trasladar mi denuncia al Tribunal Administrativo del Deporte para iniciar un expediente para investigar el alcance del acto reglado por la nueva ley del deporte", afirmó el presidente de la CENAFE en la denuncia.
A Rubiales, que se le acusa de haber incumplido 'la Ley 39/2022 del Deporte', pidió disculpas en un vídeo publicado en la tarde de ayer donde confesó que no tuvo "ninguna mala fe" y ante el revuelo generado, tuvo que disculparse porque "no queda otra".
"Hay un hecho que tengo que lamentar y es todo lo que ha ocurrido entre una jugadora y yo, con una magnífica relación entre ambos, al igual que con otras, y donde, pues seguramente, me he equivocado. Lo tengo que reconocer, porque en un momento de máxima efusividad, sin ninguna mala intención, sin ninguna mala fe, ocurrió lo que ocurrió, de manera muy espontánea, sin mala fe por ninguna de las dos partes", aseguró.
La intención de Galán es que el Consejo Superior de Deportes -dependiente del Ministerio de Cultura y Deportes- la traslade "al Tribunal Administrativo del Deporte para iniciar un expediente para investigar el alcance del acto reglado por la nueva ley del deporte" e insta a la RFEF a cumplir con el protocolo contra la violencia sexual en el fútbol que tiene el órgano federativo.
La clase política acorrala a Rubiales
De esta forma, el presidente de la RFEF sigue pagando las consecuencias de su beso a la jugadora Jenni Hermoso el pasado domingo durante la entrega de trofeos de la final del Mundial femenino, un gesto que ha sido criticado por el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien considera su disculpa "insuficiente".
"Creo que lo que vimos fue un gesto inaceptable, que las disculpas de Rubiales no son suficientes, hasta incluso no son adecuadas, tiene que continuar dando pasos para aclarar lo que vimos", ha destacado Sánchez este martes en una declaración desde el Palacio de la Moncloa.
Estas palabras han estado precedidas de una cascada de críticas de varios ministros a la actitud de Rubiales, que ha logrado, incluso, poner de acuerdo al PSOE y al PP, cuya portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, ha calificado de "bochornosa" la actitud del presidente de la RFEF, aunque ha aplazado las posibles consecuencias para no "ensombrecer" el éxito de la selección femenina.
"Un eje fundamental debe de ser el respeto a las mujeres y lo que vimos fue bochornoso pero quiero destacar lo que han conseguido", ha insistido Gamarra en rueda de prensa este martes en el Congreso.
La portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Rodríguez, también pidió ayer a Rubiales una "reflexión" sobre lo ocurrido. "Es muy importante que cada uno asuma su responsabilidad", expresó Rodríguez en declaraciones a TVE durante la celebración del título en Madrid Río, desde donde pidió "que nuestros comportamientos no sean opuestos a lo que representa esta victoria, que es el avance de las mujeres".
Otros ministros, como la titular de Igualdad, Irene Montero, y el de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, ya recriminaron el gesto del presidente de la RFEF el mismo domingo, críticas a las que se han unido los principales partidos políticos.
Desde Sumar han subido el tono y piden la dimisión del presidente de la Federación, a quien la líder de la formación y vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones, Yolanda Díaz, ha pedido que active los protocolos por considerar que se "ha vejado y agredido" a una mujer.
También ha exigido la dimisión de Rubiales el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, quien ha calificado al mandatario federativo de "energúmeno".
Rubiales también está recibiendo presiones en la esfera deportiva, con posiciones como la de la presidenta de la Liga Femenina española, Beatriz Álvarez, quien aseguró ayer que se "siente avergonzada" de la imagen que está dando el fútbol español por "el comportamiento inaceptable" del presidente de la Federación.
Álvarez ha dicho a EFE que no le "sorprende" la actitud de Rubiales y mantiene que "ni el Gobierno de España ni el presidente del Consejo Superior de Deportes pueden volver a ponerse de perfil, ni pasar por alto una nueva actuación que ha dañado de manera irreparable nuestro deporte".