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Primeros pasos para comenzar la relación del perro de muestra con la caza

Desveda
Primeros pasos para comenzar la relación del perro de muestra con la caza

donostia – Los primeros pasos en torno a la educación y a la obediencia básica del perro de caza que la pasada semana explicaba en estas mismas páginas de Desveda el experto adiestrador Víctor Martínez Esandi, dan esta semana un pequeño pero importante avance para abordar aspectos relacionados más directamente con los objetivos que se persiguen.

En esta ocasión el adiestrador navarro aporta los elementos que deben tenerse en cuenta para que el perro de muestra lleve a cabo una correcta iniciación a la caza menor, porque el adiestramiento sería diferente si se tratase de perros levantadores, de rastro, de sangre o de aquellos especializados en otras modalidades cinegéticas.

Aunque salir al monte o al campo con el perro desde que es un cachorro es algo necesario para el correcto adiestramiento, "es básico que el tiempo dedicado a esa actividad esté adaptado a su proceso de crecimiento. No se puede sacar a un perro de tres meses que aún está sin formar durante tres horas, ya que es contraproducente para su físico. Una vuelta de una hora para esos primeros meses puede ser suficiente".

Es conveniente que esos paseos se vayan prolongando a medida que el perro crece y que en ellos vaya desarrollando muchos de sus instintos. Esandi cree que "es mejor si hay caza en el monte pero no pasa nada si no la hay, porque siempre hay lagartos, pajaritos, ratones, zorros, jabalís... que le van a permitir adquirir nuevas experiencias y manjar su olfato, desarrollar su pericia y su inteligencia asociativa; en definitiva, crecer en función de lo que le va pidiendo su propia naturaleza".

Tomando en consideración esa base, el experto adiestrador considera que, tras haber dedicado los primeros meses de vida al juego y a la obediencia básica, es "a los ocho meses cuando se puede empezar a incorporar caza de granja", porque a esa edad ya está física y mentalmente preparado para concentrarse en la actividad cinegética. La madurez, sin embargo, está más condicionada por el propio individuo que por su raza, aunque es cierto que "es primordial que tenga un buen instinto de caza; es decir, que le guste cazar".

¿Qué es la muestra? En el proceso de adiestramiento para iniciarse en la caza también resulta básico tener en cuenta cómo aprende un perro, aspecto en el que cobra especial relevancia "saber utilizar la nariz y tener fracasos. Esto quiere decir que cada vez que no haga una buena muestra, se acerque demasiado o se tire a intentar atrapar la pieza, esta se le escape". Esandi añade que el adiestramiento en la muestra se desarrolla en dos etapas, una de ellas es la neuronal, que es un reflejo mental incondicionado, y la otra es la consciente. Mediante ese acto reflejo, cuando el perro localiza una pieza la mente debe obligarle a quedarse quieto y, una vez que está en esa posición la parte consciente le indica al perro que delante hay una pieza y si se mueve la espantará". Llegar a esa situación que le indica su cerebro reflexivo se consigue "a base de fracasos, porque si el perro consigue atrapar la pieza un 10% de las veces que lo intenta, ese perro pasa a ser prácticamente inservible ya que su inteligencia es asociativa", subraya.

Un perro de muestra correctamente adiestrado "se queda quieto ante la caza por la incapacidad que tiene para atraparla, ya que su mente recibe desde el tálamo la orden de permanecer quieto después de haber localizado la pieza". Pero si comprueba que una vez localizada la pieza el cazador consigue levantarla y abatirla, el perro entiende que ya ha conseguido el premio que buscaba.

Introducción al tiro Otra fase fundamental en este proceso de iniciación a la caza corresponde a la introducción al tiro, que "es la más peligrosa, porque es cuando más perros se estropean". Por eso, el adiestrador inicia esta etapa con "lo que denomina tiros positivos o tiros sin caza, que podemos realizarlos con una escopeta o una detonadora, y que relacionaremos con algo bueno. Por ejemplo, si realizo una detonación antes de darle de comer o de sacarlo a pasear, relacionará el tiro con algo positivo, con lo que el tiro pasa a ser algo positivo".

Con la finalidad de prevenir, habituar y tratar la sensibilidad auditiva o el miedo a los ruidos que padecen los perros, Esandi publicó el CD Therapeutic Positive Sounds, en el que recopilaba una treintena de sonidos cuya finalidad era la de "ayudar a nuestras mascotas a prevenir y corregir sus miedos a los ruidos y ayudarles a vivir de mejor manera". Los audios pueden descargarse gratuitamente desde la web esandibarroso.com.

Entre la treintena de audios se incluyen los que se originan en el hogar, en la calle, los que generan los vehículos o los producidos por las tormentas, pero también están accesibles sonidos de disparos de escopeta, de pistola y de rifle, además de los generados por los fuegos artificiales. "Muchos de los perros que me traían padecían miedo a los tiros y otros eran muy sensibles a ruidos fuertes. En definitiva, la sensibilidad auditiva por lo general no estaba centrada en un solo ruido, y si conseguía tratarlos todos de una forma positiva, obtenía unos resultados más rápidos", asegura Esandi.

La finalidad de esta técnica no es que el perro quite el miedo a los sonidos de los disparos, sino que el objetivo último es que positivice esos ruidos. "Se trata de prevención, para que cuando salga a cazar ya tenga positivizado ese ruido y las posibilidades de que se asuste sean mínimas. Pero es necesario que, cuando hagamos los primeros tiros con nuestro cachorro, tienen que ser mientras el perro esté persiguiendo y viendo la pieza, de tal forma que entienda que ese ruido es el causante de que él atrape la pieza". l

21/05/2022