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Prisión preventiva para tres de los jóvenes que mataron a un camionero con una alcantarilla

Se trata de los tres mayores de edad de los cinco jóvenes implicados, que serán investigados por "obstrucción malintencionada del tráfico que causa la muerte"
Estado en el que quedó el camión de Gheorghe Tibil. / EFE

Un tribunal de Namur (Bélgica) decretó hoy prisión preventiva para los tres mayores de edad del grupo de cinco jóvenes implicados en la muerte del camionero rumano afincado en España Gheorghe Tibil, al que arrojaron la tapa de una alcantarilla desde un puente cuando circulaba por una autopista belga.

Los tres sospechosos de 18 años, a los que la justicia belga investiga por "obstrucción malintencionada del tráfico que causa la muerte", delito que puede castigarse con hasta 30 años de cárcel, podrán solicitar de nuevo su puesta en libertad en un mes, informaron a EFE fuentes judiciales.

El juez de la Cámara del Consejo de Namur aceptó enviarlos preventivamente a prisión porque hay "indicios de culpabilidad, riesgo de reincidencia (...), riesgo de que se pongan de acuerdo para cambiar de versión y porque es necesario para la seguridad pública", agregaron las fuentes.

El expediente de los otros dos implicados, que tienen 17 años de edad, está en manos de un juez de juventud y por ahora su situación no cambia: uno permanece internado en un centro de menores en la localidad de Saint-Hubert y el otro en su domicilio familiar, pero con restriciones.

La instrucción intenta esclarecer cómo se desarrollaron los acontecimientos en la noche del pasado viernes al sábado hacia las 1.30 horas de la madrugada, cuando el grupo de jóvenes arrojó la tapa de una alcantarilla de unos 20 kilos por un puente de la autopista belga E42 a la altura del municipio de Héron, en el sureste del país, entre las localidades de Lieja y Namur.

Tras el suceso, uno de los jóvenes se entregó a la Policía y delató a sus compañeros y los cinco fueron detenidos el domingo.

Todos ellos son naturales de la zona y la Fiscalía cree que habían consumido óxido nitroso, conocido como "gas de la risa", pero esta circunstancia no supondría un atenuante a ojos de la legislación belga, aunque sí podría reducir una eventual condena el hecho de que no tengan antecedentes penales.

El conductor falleció en el acto

Tibil, de 50 años y vecino de la localidad alicantina de Almoradí, realizaba un porte de Alemania a París para la empresa española Castillo Trans, con sede en Benejúzar (Alicante), y falleció en el acto tras el impacto.

Su pareja, Maria Godja, de 39 años y conductora de apoyo, había estado pilotando el vehículo hasta poco antes y viajaba a su lado. Resultó ilesa y pudo recuperar el control del camión para evitar un accidente.

"Vi algo caer sobre el parabrisas, todo sucedió muy rápido. Parecía una explosión, entonces miré a mi lado y Gheorghe ya no reaccionaba. Pensé que iba a morir", ha declarado Godja al diario belga Het Laatste Nieuws.

Una vez pudo orillar el vehículo, intentó reanimar a su compañero y al ver que no reaccionaba buscó un teléfono para pedir ayuda.

"Estoy traumatizada para el resto de mi vida", agregó Godja, que tenía planeado casarse en agosto con Tibil.

El hijo del fallecido, también camionero, seguía el convoy de su padre a poca distancia y llegó al lugar de los hechos cuando aún estaban presentes los servicios de emergencia.

Otro suceso similar

El 9 de mayo, otro camionero también de nacionalidad rumana llamado Marian, de 38 años y residente en Bélgica, vio a varias personas comportarse de manera extraña en el puente al acercarse por la carretera de noche, redujo la velocidad y escuchó un impacto.

"Vi que una tapa de alcantarilla casi había atravesado mi camión (...). Por el retrovisor vi trozos de metal y plástico esparcidos por la carretera", relató al diario Het Laatste Nieuws el camionero.

En la noche en la que murió Tibil, Marian también circulaba por la misma carretera. Una media hora antes del fatal suceso pasó por debajo del puente y sintió miedo al ver de nuevo varias siluetas en la barandilla.

"Pensé que me iban a echar otra vez la tapa de una alcantarilla, pero afortunadamente no pasó nada (...). Ahora me doy cuenta de que escapé de lo peor", agregó.

El alcalde de Héron, Eric Hautphenne, ha indicado que varias tapas de alcantarilla habían desaparecido en la zona, sin establecer vínculo entre ambos casos.

"Es una tragedia indescriptible, especialmente porque el hijo del conductor, también camionero, seguía a su padre a pocos kilómetros", declaró a RTL Hautphenne.

La Fiscalía no ha podido establecer por ahora conexión entre esos sucesos en apariencia similares pero "la investigación continúa", indicaron a EFE fuentes judiciales.

18/05/2024