Estamos acostumbrados a ver a influencers (tiktokers, instagramers, youtubers, etcétera) que viven de las redes sociales mediante anuncios, colaboraciones, etcétera. Y últimamente se han viralizado casos en los que, por ejemplo, piden a un restaurante que les dé de comer gratis a cambio de un post y un par de stories de Instagram, algo que más de un local ha rechazado y lo ha subido a las redes.
Pero también existe el caso contrario: el de la empresa que busca el rostro conocido para ofrecerle un pago más o menos interesante si sube contenidos en los que le haga publicidad. Y hay veces en las que esas firmas tientan a alguien con un perfil más serio, con una profesión más tradicional que pueda conectar con otro tipo de público, no necesariamente joven.
Gómez-Jurado vs casa de apuestas
Es lo que le ha sucedido a Juan Gómez-Jurado. Una casa de apuestas cuyo nombre no ha querido revelar ha contactado por correo electrónico con el escritor superventas para hacerle una propuesta, aunque es curioso que se dirigen a él como “influencer”. El e-mail lleva por asunto “¡Queremos contar contigo!”. Y comienza así: “Estamos buscando influencers para una campaña y nos encantaría contar contigo. Creemos que tu perfil encaja perfectamente con la narrativa que queremos construir y el impacto que buscamos generar”. Tiene su aquel que casualmente empleen la palabra ‘narrativa’.

Juan Gómez-Jurado.
Le ofrecen 17.000 euros por un post y dos stories, suponemos que por tanto es una campaña para Instagram, red en la que el autor de la exitosa Reina Roja y otras nueve novelas cuenta con un millón y medio de seguidores, lo que garantiza que cualquier contenido que suba va a tener una gran audiencia. Como al parecer han hablado antes con su agente y éste les ha avisado de que Gómez-Jurado en lugar de cobrar suele pedir que se destine ese dinero a diferentes ONG, le proponen incrementar su aportación “dependiendo de la organización a la que el cliente haga la donación, por cuestiones fiscales”.
Respuesta contundente
La respuesta del escritor es tan contundente que deja clarísimo que no quiere asociar su imagen a la de las casas de apuestas, que han arruinado la vida de mucha gente. En unas pocas palabras rechaza la propuesta sin entrar en ningún tipo de negociación. “Muchas gracias por pensar en mí. Con respecto a tu cliente, se pueden meter la campaña por el culo. Espero que pases muy buen finde”, ha contestado este mismo viernes.
"¿Creéis que me he pasado?
La captura del e-mail y de su respuesta la ha subido a la red social X con un post en el que ha escrito: “¿Creéis que me he pasado?”. En unas pocas horas ha recibido unos doscientos comentarios, la mayoría felicitándolo por lo que ha hecho, asegurando que les habría decepcionado verle anunciando apuestas. Aunque también hay alguno que opina que probablemente la persona que ha escrito el correo es un simple empleado que se ha dirigido a él con educación y no merece esa respuesta, e incluso hay quien se lamenta del dinero que va a perder alguna ONG.