Duelo de invictos en el Buesa Arena. El Cazoo Baskonia recibe esta tarde, a las 20.30 horas, al Olympiacos griego, en la que será sin duda la verdadera prueba de fuego para calibrar el momento blaugrana. Y es que tras derrotar a Valencia Basket a domicilio y a los dos equipos de Belgrado, Partizan y Estrella Roja en casa, el conjunto heleno se postula como un rival de envergadura con el que poder medir verdaderamente a un conjunto gasteiztarra que hasta ahora transmite muy buenas sensaciones.
Y es que los del Pireo, no son solo un serio aspirante al Top 8, sino que ya desde el inicio de temporada están demostrando que son claros candidatos a repetir presencia en la Final Four. De momento, la escuadra de Georgios Bartzokas ha sido capaz de ganar a domicilio a los dos clásicos de la ACB, al Barça en la primera jornada (70-80) y este pasado miércoles al Real Madrid (87-79), además de al Zalgiris Kaunas en casa (90-80), lo que da buena muestra de su tremendo potencial. Un ogro.
Sasha Vezenkov –22 puntos, 11,3 rebotes y 28,7 de valoración–y Kostas Sloukas –12 puntos, 2,3 rebotes, 7,3 asistencias y 18,7 de valoración– se erigen como auténticos líderes de un cuadro heleno con dinamita en la pintura. No en vano, el juego interior de este Olympiacos da miedo. Ahí aparecen jugadores de una envergadura y corpulencia descomunal como Moustapha Fall (2,18 metros), el ucraniano Joel Bolomboy (2,04 m), quien llegó a Atenas tras su polémica salida del CSKA de Moscú, y Tarick Black (2,06 m), ex del Zenit.
La presencia de unos pívots tan grandes ha permitido al Olympiacos ganar la batalla del rebote en todos los partidos disputados hasta la fecha –38 a 33 al Real Madrid, 36 a 32 al Zalgiris y 37 a 31 al Barça–, una pelea en la que el Baskonia aún no se ha impuesto a ninguno de sus rivales. En Valencia, el conjunto taronja capturó 40 rebotes por 39 de los de Peñarroya, mientras que el Partizan se impuso 31 a 37, con quince capturas ofensivas, mientras que el Estrella Roja recogió la friolera de once rechaces más que el conjunto baskonista (36 a 25). Casi nada. Y es que queda claro, y más tras la lesión de Enoch, que el punto débil del conjunto azulgrana está en su juego interior.
Buena prueba de ello es que los pívots rivales han campado a sus anchas en la zona durante muchas fases de los partidos. Leday –23 puntos, 10 rebotes y 32 de valoración– y Lessort –19 puntos, 12 rebotes y 34 de valoración– fueron una auténtica pesadilla en el choque ante el Partizan y este pasado miércoles, Mitrovic y Bentil, autores de los 19 primeros puntos del Estrella Roja, supieron sacar partido de la debilidad de Kotsar y Hommes bajo los aros.
Esta noche a ambos y a Costello les tocará el trabajo duro de fajarse con los poderosos interiores del Olympiacos. Titanes en el rebote como ya ha quedado contrastado, una roca en defensa y con capacidad para hacer daño en ataque como ya demostró el propio Bolomboy ante el Barça en la primera jornada. El ex jugador del CSKA anotó 12 puntos en el Palau, capturó 7 rebotes y dio una asistencia para alcanzar los 20 puntos de valoración. Un peligro.
Equipos, muy anotadores
Todo el Olympiacos lo es. Buena prueba de ello es que el conjunto ateniense es el tercer máximo anotador de la Euroliga con una media de 86,3 puntos anotados por partido. Por delante aparecen el Alba de Berlín 91,3 y un Baskonia de pistoleros que alcanza los 92. Así es, líderes en anotación gracias a su letal acierto desde el triple.
Un equipo volcado al exterior. Buena prueba de ello es que tira más de tres (36 lanzamientos ante el Estrella Roja), que de 2 (31). Da la sensación de que tiene alergia a la pintura. De hecho, en el partido del pasado miércoles ante el conjunto de Belgrado todos los jugadores que actuaron, salvo Howard, se quedaron sin lanzar tiros libres. No se fuerzan contactos en las cercanías del aro. Es un equipo que juega abierto, letal desde los 6,75 metros gracias a su espectacular acierto –un 45% hasta la fecha–. Tocará mantenerlo o mejorar prestaciones en la zona para seguir invicto. Solo lo hará uno de los dos: Baskonia o Olympiacos, cruce de estilos en el Buesa.