El Congreso de los Diputados vuelve a afrontar una intensa semana en el marco legislativo con los últimos flecos de la reforma del Código Penal –se prevé que se apruebe definitivamente este mismo jueves–, que hoy ha dado un nuevo paso con el debate en la Comisión de Justicia de la enmienda transaccional del PSOE sobre malversación – en respuesta a la presentada hace días por ERC– que ha contado con luz verde por parte de los independentistas catalanes.
Sin embargo, en Podemos han optado por no añadir su firma a esta última enmienda, preocupados por hipotéticos beneficios penitenciarios a los que podrían acogerse condenados por corrupción–, mientras que el PP brama contra estas modificaciones y ha presentado un escrito a la Mesa del Congreso reclamando que paralice toda la reforma del Código Penal hasta que se pronuncie sobre ella el Consejo General del Poder Judicial.
Pese a todo ello, socialistas y republicanos han podido consensuar un texto en el que se recoge la creación de un nuevo delito específico para los casos de malversación en los que no haya lucro o beneficio personal para los condenados. De esta forma, y de aprobarse la reforma, en este tipo de delitos las penas pasarán de seis a cuatro años –ERC proponía tres años en su texto–.
En Ferraz insisten en que esto no va a suponer una amnistía para los condenados por el procés por desviación de fondos públicos para el 1-O y que tampoco supondrá que vayan a quedar en libertad o ver rebajadas sus penas los condenados por tramas mediáticas de corrupción como Gürtel, Nóos, Púnica o Lezo. En ese punto coincide también ERC, que ha apostado con claridad por diferenciar el uso indebido de fondos del lucro personal.
Volver al escenario previo a 2015
Así las cosas, si se aprueba el nuevo Código Penal esta semana se volvería al escenario de malversación previo a 2015, año en el que el Gobierno de Mariano Rajoy acometió la última reforma de este delito, equiparando todos los casos, hubiera o no un enriquecimiento personal. Antes de dicho cambio sí se hacía una distinción entre los dos casos, y es lo que socialistas y republicanos buscan ahora.
El PNV ve bien esta suerte de regreso al tipo penal anterior a Rajoy y hoy se ha posicionado a favor a la espera de la votación de mañana en comisión, mientras que Unidas Podemos no las tiene todas consigo y anunció que rechazaba añadir su firma a la enmienda transaccional presentada por el PSOE.
Sin embargo, esto no quiere decir que los morados vayan a bloquear la reforma de este artículo ya que, aunque muestran abiertamente su disconformidad con los cambios, han dejado claro que respaldarán la propuesta final en comisión y en el pleno del jueves.