Donostia – Después de la situación límite vivida el jueves en un Congreso de los Diputados pendiente de una decisión del Tribunal Constitucional (TC) –algo inédito en esta Cámara–, los dos principales partidos españoles, en lugar de tratar de rebajar la tensión evidenciada en el Pleno en el que se aprobó la reforma del Código Penal, siguieron ayer a la gresca y culpándose entre ellos de la grave crisis institucional en el Estado.
Todo ello mientras la cuestión central del problema sigue ahí. Y es que, a pesar de la tregua otorgada por el Constitucional esta semana, el tribunal volverá a reunirse el lunes para tomar una decisión. En caso de estimar el recurso presentado por el PP, el resultado del jueves en el Congreso no se anularía, pero sí se podría paralizar la votación en el Senado de las iniciativas que conciernen a los cambios en el sistema de elección de los magistrados del TC por parte del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Para más complicación, el CGPJ se reúne también el martes con la intención de votar a esos dos magistrados que le corresponde elegir, en una maniobra de los conservadores –que suman mayoría en el órgano– para adelantarse al Gobierno español y consumar la elección antes de que entren en vigor los cambios en el Código Penal relativos a este proceso.
Así las cosas, la política española sigue en vilo por las decisiones judiciales que puedan adoptarse, y esos nervios volvieron a evidenciarse ayer en las declaraciones de dirigentes del Gobierno español, del PSOE y del PP. Mientras que en Moncloa y Ferraz ruegan a los populares que den marcha atrás y retiren el recurso al Constitucional, Alberto Núñez Feijóo acusa a Pedro Sánchez de “incumplir la Constitución” y de insultar a los jueces al tacharles de “golpistas”.
En ese intercambio, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, reclamó personalmente al líder del PP que retire el recurso ante el Tribunal Constitucional y advirtió de las consecuencias “impredecibles” que tendría si el recurso saliese adelante. “No ha pasado en 40 años de democracia que se pare una votación”, recordó, para añadir que, si Feijóo “encabeza esta operación, mal, pero si con ella obedece a los elementos más extremistas y menos democráticos de la derecha en este país, peor”.
Para Bolaños, el PP ha ido “demasiado lejos, está tensionando las instituciones democráticas, el Congreso, el Senado, el Constitucional y retorciendo la ley” con su recurso, y no se quiere imaginar la situación que se produciría si el lunes el recurso prospera, lo cual tendría unas consecuencias “impredecibles”.
“Sánchez no tiene límites”
Por su parte, Alberto Núñez Feijóo, lamentó que se viviera en el Congreso de los Diputados “un día negro de la democracia española” y reclamó elecciones y “sosiego” ante una situación en la que a su juicio “Pedro Sánchez no tiene límites” y donde el independentismo “gobierna España”.
En declaraciones a los medios, Núñez Feijóo aseguró que en la votación del jueves “por primera vez en las Cortes Generales ganó el independentismo y perdió el constitucionalismo”. l