Los coches, como casi todo en la vida, incorporan cada vez más tecnología, y ya hace mucho tiempo que la gran mayoría cuenta con pantallas táctiles, cada vez más grandes, que sirven como sistema de infoentretenimiento y con las que se puede hacer de todo: escuchar la radio, reproducir música ya sea a través de dispositivos externos o de apps como Spotify, modificar la configuración de los altavoces, ver vídeos, dejarse guiar por el navegador, consultar qué tiempo va a hacer o las últimas noticias, jugar a videojuegos, consultar la presión de los neumáticos, cambiar el modo de conducción y muchas opciones más. Son como un ordenador.
Desvían la atención
El problema es que esas pantallas, cuando las maneja el conductor, lo llevan a desviar la atención de la carretera para ver qué zona del dispositivo tienen que tocar. Y eso puede generar un problema de seguridad. De ahí que varias marcas ya se hayan planteado recuperar algunos botones o mandos físicos para funciones esenciales que se puedan identificar sin necesidad de mirar hacia la pantalla.
De hecho, la Euro NCAP, que es la autoridad de seguridad vial en Europa, ha dejado claro que la digitalización total de los vehículos puede tener los días contados. Así, prepara de cara a 2026 la obligatoriedad de contar con determinados botones físicos si los vehículos quieren obtener la máxima calificación, las cinco estrellas, en sus test de seguridad. Al menos se tendrá que garantizar controles no digitales para los intermitentes, las luces de emergencia, los limpiaparabrisas, el claxon y las llamadas de emergencia.
¿Móvil no, pantalla sí?
Todo este avance de las pantallas digitales choca con las restricciones que se han puesto siempre al uso del teléfono móvil al volante, que está sancionado con multa económica (200 euros por infracción grave) y la posible pérdida de tres puntos del carné. Ni siquiera está permitido usarse cuando se está detenido en un semáforo. Pero, ¿también me pueden sancionar si me ven tocando la pantalla táctil del coche?
La respuesta es sí, pero no en todos los casos. No hay una norma de la DGT concreta sobre las pantallas, pero el artículo 76 de la ley de tráfico sanciona como infracciones graves, además del uso del teléfono móvil o su simple sujeción con la mano, el hecho de “conducir utilizando manualmente navegadores o cualquier otro sistema de comunicación”. Por lo tanto, afectaría a la pantalla del coche si tiene integrado el navegador, con lo que nos podrían sancionar si manejamos el GPS mientras conducimos, pero en principio sí que podríamos cambiar de emisora o modular la climatización en esa misma pantalla, siempre que los agentes no consideraran que hacerlo suponía una distracción grave.
Lo explica un guardia civil
Suena un tanto absurdo y así lo confirma un guardia civil en conversación con un perito judicial, Román Álvarez, que este último ha subido a su cuenta de TikTok. “Nosotros sabemos que es incongruente, sobre todo con estos vehículos nuevos que tienen unas pantallas táctiles enormes. Es decir, yo puedo subir el climatizador, puedo cambiar de emisora, puedo hacer muchas cosas con estas pantallas táctiles”, afirma el agente.
Aun así, el guardia civil cree que utilizar el teléfono es más peligroso que tocar la pantalla táctil del coche. “Con el móvil la experiencia nos ha dicho que distrae más que cambiar de radio o que subir la temperatura del aire acondicionado”, reflexiona. Por tanto, en este caso no se puede ser categórico a la hora de hablar de sanciones en todos los casos en los que se toque la pantalla: en muchos casos dependerá de lo que considere el agente. Lo mejor, tocar la pantalla sólo cuando el coche esté aparcado.