Al igual que con la llegada del microondas a las cocinas, estos últimos años ha llegado otro electrodoméstico que está ganando cada vez más popularidad: la freidora de aire, denominada también por su nombre en inglés como 'air fryer'.
Este novedoso invento es en la actualidad uno de los métodos más sencillos, a la vez que saludables, que existe para elaborar todo tipo de platos. Esto se debe a que ocupa muy poco espacio en la encimera, no es necesaria mucha atención a los alimentos introducidos y no requiere de mucho aceite para el cocinado, de forma que es ideal para aquellas personas que busquen cuidar su salud. Desde patatas fritas, hasta carne o huevos, en una freidora de aire pueden cocinarse alimentos muy variados.
Pero como todo electrodoméstico o dispositivo que se convierte de uso común en el día a día y se vuelve sumamente popular, como ha sucedido anteriormente con el microondas o teléfono móvil o la red 5G, es necesario realizar todo tipo de estudios para conocer al detalle los efectos que éstos tienen en el ser humano. Esto se puede deber a las ondas o sustancias que pueden llegar a emitir cualquiera de ellos.
Establecido en la actualidad en la mayoría de hogares, varios organismos ya han comenzado a elaborar estudios para conocer si las freidoras de aire pueden provocar enfermedades a corto o largo plazo en el ser humano.
¿Qué demuestran los estudios?
Como se ha mencionado anteriormente, ya existen varias entidades que se han puesto manos a la obra para conocer los efectos que las freidoras de aire pueden tener en el ser humano. En concreto, organismos como la Agencia para la Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer o el Programa Nacional de Toxicología de los Estados Unidos son varios de ellos.
En cuanto a los resultados basados en los estudios, el mayor problema relacionado con la freidora de aire llega debido a la creación de una sustancia denominada acrilamida. Éste compuesto orgánico se genera durante el cocinado de alimentos a altas temperaturas, en concreto cuando se superan los 120ºC. Al hacerlo en freidoras de aire, que se basan en expulsar aire a alta temperatura, aumenta la producción de esta sustancia en los aminoácidos y azúcares que forman los alimentos.
Debido a este problema, las entidades que han elaborado un estudio acerca de si las freidoras de aire pueden provocar enfermedades en el ser humano afirman que es "probablemente cancerígena", ya que no pueden dar una afirmación total debido a que las pruebas del estudio se han realizado en animales y no humanos. Por eso mismo, no se puede confirmar una relación directa entre el desarrollo de enfermedades como el cáncer y la acrilamida.
Pese a los resultados de diferentes estudios, será necesario esperar a que otras entidades como la Organización Mundial de la Salud finalicen las investigaciones que están llevando a cabo en la actualidad.
Consejos para no deteriorar la freidora de aire
Al igual que el resto de electrodomésticos, la freidora de aire también puede deteriorarse con el paso del tiempo en caso de utilizarse de forma diaria. Por ello, aquí van una serie de consejos para evitar que la freidora de aire se estropee:
- No más de 170ºC: para cocinar la gran mayoría de alimentos no es necesario utilizar toda la potencia que ofrece la freidora de aire. En muchas ocasiones es mejor reducir su potencia a cambio de un cocinado más lento con el fin de no deteriorar tanto el interior de la freidora de aire.
- Limpiar después de cada uso: al igual que hay que limpiar el horno o vitrocerámica tras cada cocinado, lo mismo ocurre con las freidoras de aire. Esto puede alargar la vida del electrodoméstico, al mismo tiempo que se mantiene un nivel de higiene óptimo para los siguientes platos que se vayan a introducir en la misma.
- Optar por modelos de cesta de acero inoxidable: este tipo de materiales, que están expuestos a altas temperaturas, tienden a deteriorarse con mayor facilidad que otras partes del electrodoméstico, por lo que escoger freidoras de aire con una cesta de acero inoxidable es la mejor opción.
- No colocar directamente en la rejilla: es importante colocar entre la rejilla y los alimentos un recipiente de cristal o láminas de papel para evitar el deterioro y ensuciamiento del interior de la freidora de aire.