El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha criticado este domingo a los que "asocian pactar con el adversario -o el enemigo- a un acto de debilidad, o de cobardía o de traición".
"Cualquiera diría que en lugar de hacer política estamos en un duelo por una cuestión de honor. Desde este atavismo, muy arraigado en la cultura española, orgullo y humillación se convierten en las dos únicas alternativas posibles", ha publicado en un mensaje en la red social X.
Ha reprochado que "en la burbuja en la que viven -y escriben, hablan, opinan- los 'hidalgos' contemporáneos, el pacto no tiene el prestigio social que lamentablemente tiene la testosterona de los que prometen derramar la sangre por salvar a la patria", motivo por el que, según él, asocian pactar con debilidad.
También ha dicho que nunca les vio "demasiado preocupados por el honor de España cada vez que su anterior jefe de Estado iba a Suiza, y mira que tuvieron oportunidades para decir algo, de perseguirlo a ver con quien se reunía, de qué hablaban y de exigir transparencia, o de preguntar a los ministros de jornada si sabían algo...".
"En lugar de este orgullo que el añorado Miquel Pairolí blasmaba -'Deixeu l'orgull, agafeu la dignitat'- ('Dejad el orgullo, coged la dignidad'), a mi me conmueve más la épica desinflamada de la Paz y la Tregua de Dios que el maestro Pau Casals evocó en su memorable discurso en las Naciones Unidas o la más prosaica del Sindicat Remença que recogió el Memory of the World de la Unesco", ha añadido.