La oferta de Pedro Sánchez a Esquerra de negociar una “financiación singular” para Catalunya a cambio de avalar a Salvador Illa como president ha revuelto el patio catalán en un cruce de acusaciones donde Carles Puigdemont, de quien en buena medida depende la legislatura española, eleva el tono para censurar el “chantaje” del líder del PSOE a la formación republicana vinculando un nuevo modelo de recaudación con la investidura. ERC ha salido además al paso para rogar a Moncloa que deje de “enmarañar” y se limite a dotar a los catalanes de un Concierto económico que tampoco resultaría suficiente para cerrar un trato ya que el referéndum sigue sin abordarse. Según el dirigente de Junts, la táctica del Gobierno español supone un “escándalo en todos los sentidos” y advierte de que Sánchez tendría que “responder a diversas preguntas si pretende contar con los apoyos que le han permitido dirigir el Ejecutivo pese a su derrota en las urnas”.
“¿Cree que la financiación que los catalanes merecemos depende de si el candidato de su partido es investido presidente? ¿Toda la injusticia que sufrimos, todo el dinero que se va, toda la falta de ejecución presupuestaria que tenemos hasta ahora se debe al hecho de que su partido no preside la Generalitat? ¿Cómo explica, si no, el bajísimo nivel de ejecución de los Presupuestos Generales del Estado en Catalunya?”, cuestiona. Y añade: “¿No cree que con su chantaje está dando argumentos a los españoles que piensan que los catalanes reclamamos un trato que no nos merecemos? Es decir, que solo se nos concederá aquello que reclamamos no porque sea justo –de otra forma, se nos habría atendido mucho antes– sino porque el partido que ahora mismo gobierna España necesita hacerse con el gobierno en Catalunya al precio que sea”.
Para Puigdemont, Catalunya necesita “un Concierto propio no como concesión para que gobiernen unos u otros, sino porque lo ha reclamado el pueblo a través de su Parlament y lo ha ratificado en diferentes elecciones”. De ahí que tache de “inmoral” jugar “con el bienestar y el futuro de los catalanes como moneda de cambio de beneficios para un partido”. Su mensaje en la red social X lo termina con un aviso a navegantes: “Los próximos Presupuestos del Estado han de hablar muy claro si quieren contar con nuestro apoyo. Sobre todo hay que mirar con lupa el grado de ejecución presupuestaria. Porque normalmente lo que te dan por un lado –nuevo modelo de financiación–- te lo quitan por otro –no ejecución de las inversiones presupuestadas–. Y ya avisamos de cuáles eran las condiciones”.
Esquerra eleva sus exigencias
Esquerra prefiere pasar por alto que la puerta de negociación con el PSOE la tiene abierta y subraya que no se fía de las propuestas de Sánchez. “Las palabras vacías se las lleva el viento”, ha matizado la portavoz Raquel Sans, recordando que ya “hemos visto maniobras” por parte del líder socialista, “algo que acostumbra a hacer”, al hablar “de la financiación singular pero dentro de un régimen común”. Apoyados en el informe del Departament de Economia del Govern para incidir en que ERC pretende una soberanía fiscal que pasa por recaudar el 100% de los impuestos, “y no el 9% actual”, que se generan en Catalunya; los republicanos se expresan con claridad de puertas hacia afuera. “Queremos la llave de la caja”, ha llegado a afirmar Sans, quien recalca: “La singularidad la puede entender cada cuál de una manera diferente”.
Además, ha puntualizado que el acuerdo suscrito el año pasado entre el PSOE y ERC para reelegir a Sánchez queda corto ante la nueva situación. Y es que aquel pacto que recogía la voluntad de establecer un marco para la negociación de una financiación ya “no es suficiente”, dado que ahora está en juego la investidura de Illa. Es decir, el referéndum sigue en el aire, y se precisa una mejora de las políticas sociales y el refuerzo de la lengua catalana. “No generemos confusión”, ha detallado la portavoz, apostillando que, en cualquier ámbito, la última palabra la tendrá la militancia de Esquerra, que parece no estar muy dispuesta a dar vía libre a alianzas con el Estado.
En paralelo, ante la rebeldía de barones como Emiliano García-Page, el PSOE rechaza un Concierto a la vasca, como asegura que defendió en su momento Alberto Núñez Feijóo, y se ciñe a una financiación singular para varias comunidades autónomas más allá de la catalana. Según la portavoz socialista, Esther Peña, “es compatible mejorar el sistema de financiación autonómica desde el plano multilateral y una financiación singular para un territorio como en este caso Catalunya”. Ferraz se remonta a que este asunto es un compromiso pactado con ERC para investir a Sánchez y tampoco entiende las críticas de Puigdemont, a quien se dirigen: “O Illa es president o hay elecciones, no hay ninguna opción más”. Señalan igualmente que esa financiación especial serviría para sufragar gastos específicos como los Mossos y que "garantiza la igualdad para los ciudadanos" del Estado, algo que en su opinión no se consigue con el "dumping fiscal que aplican algunas comunidades autónomas del PP".