El abucheo fue generalizado. 6.000 personas asistían ayer domingo a la apertura del Concurso de Castells en el Tarraco Arena Plaza de Tarragona y, nada más hacer acto de presencia, el president Salvador Illa recibió una sonora pitada aderezada de proclamas de “independencia”. Acompañado por el president del Parlament, Josep Rull (Junts), y del alcalde socialista Rubén Viñuales, el rostro del jefe del Govern torcía el gesto. Apenas dos horas después, Carles Puigdemont aprovechó el acontecimiento para glosar una extensa publicación en las redes sociales (en la red X) donde justificó la postura de los asistentes y cargó contra el líder del PSC, sin necesidad de nombrarle, pero enumerando una serie de argumentos por los que, a su juicio, Illa “no puede esperar demasiados aplausos del pueblo”.
En concreto, el president en el exilio le reprochó que tenga una percepción “sesgada” de Catalunya, gobernando de espaldas al independentismo, recriminándole de paso los cortes en la línea de tren de Barcelona a Tarragona, su visita al rey Felipe VI o las palabras del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, contra la financiación singular que los socialistas han pactado con ERC. “Cuando tus compañeros de partido te dicen que el resultado de los esfuerzos de los trabajadores catalanes pertenecen a todos los españoles y ni tan solo sales a desmentirlo...”, le espetó Puigdemont en referencia a las acusaciones de Page por el pacto de Pedro Sánchez con los republicanos. Pero éste fue solo un primer avance de su hilo.
“Cuando pones en el Govern a gente que odia la lengua propia de tu país e insulta la idea legítima de la independencia, votada por millones de tus conciudadanos en condiciones extremadamente difíciles...”, prosiguió el líder de Junts, en referencia a miembros del PSC, como el propio Illa por participar en manifestaciones de Societat Civil Catalana, y en particular, una crítica directa a Francesc Trillas, nombrado secretario de Asuntos Económicos y Fondos Europeos del Ejecutivo catalán que depende del Departamento de Economía y Finanzas liderado por la consellera Alícia Romero. Cabe recordar que Trillas, en abril de 2020, cuando era secretario de economía y hacienda del PSC, orquestó una propuesta para “encerrar a los independentistas en guetos”.
Apoyado en “las élites”
“Cuando crees que el Círculo de Economía y los cabecillas de los sindicatos amigos que van en tus listas representan el verdadero pulso empresarial y laboral del país…”, encabezó su misiva Puigdemont, aludiendo al almuerzo que Illa y Sánchez mantuvieron el pasado 30 de septiembre en la sede de Barcelona, utilizando a los empresarios catalanes como intermediarios en lugar de hablar directamente con Junts. Y añadió: “Cuando piensas que la Catalunya real es solo la que te cuentan los medios amigos y los asistentes a los encuentros de las élites…”. “Cuando mides la aceptación de tus políticas por los cepillados que te hacen los líderes de audiencia…”, comenta Puigdemont en su publicación, afeando a Illa que “ignore que día si y día también les trabajadores de Catalunya no pueden circular en tren con normalidad” ante el caos en Rodalies, los Cercanías que dependen de Adif y de las inversiones desde el Gobierno español.
Por último, rememoró el discurso del monarca el 3-O tras la jornada del referéndum en octubre de 2017. “Cuando ignoras sistemáticamente a la población de Catalunya que defendió el referéndum y te pones del lado del rey que ordenó su represión…”, censuró tras la visita de Illa a Zarzuela nueve años después de que lo hiciera el último president.
Por todo ello, Puigdemont termina su publicación con esta frase: “No esperes demasiados aplausos del pueblo”. El Concurso de Castells de Tarragona, nacido en 1932 a propuesta del músico Pau Casals, se celebra cada dos años, periodo en el que a buen seguro Illa no escapará de una crítica en parecidos términos. 24 meses en los que, en Catalunya, como siempre, el escenario puede sufrir varias metamorfosis.