“Sin comunicación no es posible la educación”. Bajo esta premisa que lanza el director del colegio Niño Jesús, Dario Nasilli, parte la innovadora idea que han puesto en marcha este curso a través de unas novedosas pulseras que facilitan la comunicación y las relaciones sociales de los alumnos con necesidades educativas especiales (NEE). El profesor de Educación Especial Jaime Brea ideó hace cinco meses unos brazaletes con pictogramas intercambiables para romper con “las dificultades comunicativas que no conseguíamos paliar con métodos tradicionales”.
El mecanismo es sencillo: las pulseras, de diferentes colores, cuentan con unos agujeros, a modo de las zapatillas crocs, en las que los alumnos insertan diferentes dibujos mediante clips que representan acciones. Así, por ejemplo, disponen de la agenda del día: primero la clase de música, luego la de lengua, el recreo y así hasta la hora de marchar a casa. Otras se utilizan para indexar una misma asignatura o para pedir ir al baño, saludar, escuchar o despedirse. Y es que cada alumno porta una pulsera en función de sus necesidades.
EDUCACIÓN PERSONALIZADA “Hay que facilitar la formación de cada alumno a través de la individualización. La educación reglada como tal no llega a todos y la innovación es enseñar a cada menor de una manera personalizada, acorde a sus facultades y ritmo”. Esta es la idea clave de las pulseras comunicativas porque atienden a la realidad de cada alumno. “Los niños con altas capacidades solo saludan si les interesa, si no pasan de ti, y, a través de los dibujos, saben que tienen que decir hola, despedirse o esperar a la explicación de clase; mientras que los autistas necesitan seguridad, saber en cada momento qué es lo que van a hacer para no ponerse nerviosos. Tener la agenda en la pulsera les da tranquilidad y confianza con su entorno”, explica Brea.
“Innovar es personalizar la enseñanza a cada alumno”
El colegio cuenta con 700 estudiantes, de los cuales el 12% tiene NEE como trastornos generalizados del desarrollo, autismo, altas capacidades, síndrome de Down, trastornos del lenguaje... que van asociados a “problemas de pronunciación, no hablan de manera clara, se comunican con gritos y gestos y, además, tienen que estar muy seguros y tranquilos para relacionarse, ya que si no, se encapsulan y frustran”.
Antes, se comunicaban a través del lenguaje de signos y pictogramas colgados de las paredes de las aulas, pero ahora los profesores y alumnos sacan esa comunicación “fuera de clase” al ser las pulseras portátiles, lo que mejora su relación con los demás y les otorga “confianza, estabilidad emocional, orgullo y autonomía” porque son los propios alumnos quienes las elaboran de forma casera. Vistos los buenos resultados, algunas familias van a probarlas durante sus vacaciones y sacarlas del ámbito escolar. “La participación de las familias es fundamental y a los chavales les puede venir bien a la hora del coche y el viaje”.
ESCASEZ DE RECURSOS Ambos docentes coinciden en afirmar que hay limitación de recursos para atender a los alumnos con NEE. “Educación habla de inclusividad en sus programas, pero luego a la hora de pedir más horas y personal cada vez está todo más limitado”. “Llevamos años con las mismas horas y el número de alumnos con NEE ha aumentado de forma exponencial y eso que no se realizan diagnósticos hasta los 6 años”, recrimina Nasilli. Los datos le dan la razón. Según el último Diagnóstico del Sistema Educativo Vasco, el alumnado vasco con NEE ha aumentado un 51,2% en seis años para un total de 23.557 estudiantes en el curso 2019/20.
Las cifras: 23.557 alumnos vasco estaban diagnosticados con NEE en el curso 2019/20.
AMPLIARLAS A OTROS SECTORES La experiencia de las pulseras ha sido tan positiva que Brea ha patentado la idea con el objetivo de atraer un inversor que las comercialice y las fabrique en masa. “Al igual que ayudan a los niños pueden ayudar a los ancianos o a las personas con dificultades para expresarse y sumarse en el día a día en las residencias de mayores, centros de salud y hospitales”. “La comunicación y el lenguaje son esenciales para todo ser humano” de cara a relacionarse con los demás, aprender, disfrutar y participar de la sociedad. Por ello, “las personas no deberían verse frenadas a causa de sus dificultades”. Quien quiera construir puentes de comunicación entre todas las personas puede informarse a través del instagram @pulserascomunicativas.